Estrellas pabellon VenezuelaApartes de la columna “Venezuela: ¿consejos cubanos?”, por Arturo López Levy publicada en HuffPost Voces.

Entre las tragedias que vive Venezuela hoy un consejo y solo uno quisiera dar a los muchos amigos chavistas y opositores que tengo allí: no escuchen consejeros cubanos, no importa si de derecha o de izquierda, no importa si de la Habana o Miami. La política cubana es el modelo exacto de lo que deben evitar.

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No importa cuán a favor un grupo de cubanos no comunistas esté de resolver los problemas de Cuba con civilidad y sin injerencia extranjera, el Partido Comunista, “de vanguardia”, no hace política ni dialoga ni pacta con ellos en el sentido democrático de la palabra. Están sus seguidores que caen dentro de su dominación total, los confundidos que no ven su luz y pueden ser salvados o no, y los enemigos a derrotar. El gobierno dialoga con la Iglesia, con la sociedad civil no politica cuando decide, pero ningún grupo puede legalmente retar a los comunistas en las urnas ni proponer alternativa a su ejercicio del poder. En esa manera de hacer política no hay diferencias institucionales entre la apostasía y la oposición leal.

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Para más complicaciones, hay varias políticas norteamericanas hacia Venezuela. El departamento de Estado denuncia abusos represivos gubernamentales pero insiste en soluciones constitucionales. Radio Martí, pagada por el contribuyente norteamericano para supuestamente promover la democracia en Cuba alaba el radicalismo de Machado y López frente al “pacifismo” de Capriles. La emisora es un cañón suelto de la derecha cubano-americana para hacer su política exterior hacia América Latina. La ranchera de José Alfredo Jiménez, “Con dinero o sin dinero hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley” dicta el accionar de Carlos García, el director de la emisora.

La lógica de la derecha pro-embargo es simple: la oposición venezolana es carne de cañón para crear inestabilidad en el país sudamericano y escasez en Cuba, y el resto es la misma matraca descrita por Yoani Sanchez de que “lo bueno que tiene esto es lo malo que se está poniendo”, que hayan “cortes electricos, colapso del transporte, ausencia de alimentos”. Ya Ud. sabe, el estallido social por hambre y los líderes de la derecha cubana en Miami entrando a la Habana como salvadores de la misma crisis que ellos crean.

La democracia moderna es el gobierno del pueblo a través de instituciones republicanas, no de la turba callejera. Motivos para protestar en Venezuela sobran y la protesta civil es un derecho. Tumbar al gobierno, cerrando calles a la brava, no. Si los venezolanos que apoyan al gobierno desean un sistema político funcional donde prevalezca la soberanía del pueblo sobre el partido revolucionario, deben exigirle a Maduro y a Cabello una política dialogante hacia sus adversarios. Otro tanto sucede en la oposición. No tomen ningún consejo cubano de derecha, mucho menos el de favorecer un embargo contra Venezuela. A no ser que quieran pasarse cincuenta años de exilio. Con casi dos millones de cubanos por el mundo, incluidos muchos de los que apoyaron la revolución, el mejor consejo cubano a los venezolanos es que no repitan su experiencia.

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