Tras una demora el viernes a último momento, el Dragon, la nave espacial construida por SpaceX, una compañía privada de California, partió con rumbo al espacio desde Cabo Cañaveral, en la Florida.
Es la primera misión de una nave espacial en que el gobierno no tiene nada que ver.
Propulsa al Dragon un cohete Falcon 9.
Lleva un cargamento de provisiones no vitales para la estación espacial internacional, que en el momento del despegue (3:44 am EST) se encontraba a 249 millas de altura sobre el Atlántico Norte.
Del éxito de esta misión depende una nueva fase de la exploración espacial estadounidense: la NASA abriga la esperanza de que los vuelos a órbitas terrestres bajas obtengan financiamiento privado, con lo cual la agencia espacial podrá dedicar sus esfuerzos (y limitado presupuesto) a otras misiones, como a marte, la luna o algunos asteroides.
[vsw id=”4vkqBfv8OMM” source=”youtube” width=”425″ height=”344″ autoplay=”no”]
