Un general del ejército de EUA ordenó que un equipo militar especializado en “operaciones psicológicas” manipulara a un grupo de congresistas estadounidenses para aumentar el apoyo a la guerra en Afganistán y la aprobación de incrementos presupuestarios, escribe Michael Hastings en la revista Rolling Stone. Agrega que cuando unos militares se quejaron de que ello constituía una violación de la ley, fueron perseguidos.

Se trata del teniente General William Caldwell, a cargo de entrenar las tropas afganas, elemento clave en la estrategia militar de EUA en esa nación. Según, Rolling Stone, el general de tres estrellas ordenó el año pasado que se montara un “operativo de información” dirigido hacia un grupo de senadores y congresistas que visitaban Kabul.

La noticia ha ocupado los titulares de la mañana y promete causar serios problemas al general Caldwell y nuevamente centrar la atención del país sobre la guerra de Afganistán que, aunque relegada a un lugar segundario en los noticieros, no tiene nada positivo que reportar y está costando unos US$11 mil millones anuales, y un creciente número de bajas entre muertos y heridos.

La gravedad del asunto no puede exagerarse. Rolling Stone cita a un experto según el cual, “Pedir que un equipo de operaciones sicológicas use su conocimiento contra dignatarios visitantes sería equivalente a que el presidente pidiera a la CIA que prepare expedientes de fondo sobre sus opositores en el congreso”. Este tipo de operaciones solo puede usarse contra fuerzas enemigas, señala.

El mismo periodista, Michael Hasting, en junio del año pasado había escrito en Rolling Stone, un artículo en que el General Stanley McChrystal, comandante de la fuerza de EUA en Afganistán, atacó las autoridades civiles de EUA, ocasionando un escándalo y la eventual renuncia de McChrystal.

Artículo en inglés