Regresa al país Strauss-Kahn, en ElMolinoonline.comCuando en mayo del 2011 lo detuvieron en New York bajo cargos criminales de violación de la mucama de un lujoso hotel, ella no vaciló en apoyarlo, mudándose a la Gran Manzana, usando su enorme fortuna personal y gastando cientos de miles de dólares mensuales en una lujosa vivienda y abogados hasta que fuera exonerado.

Cuando, acabados de regresar a París, una joven periodista le acusó de intento de violación hacía unos años, caso que ella había mencionado en varias ocasiones pero fuerzas superiores a ella habían logrado que callara, solo que esta vez los cargos fueron investigados pero eventualmente archivados, no por falta de pruebas, sino porque había pasado mucho tiempo, ella también estuvo al lado de su marido.

Fiel.

Firme.

Incuestionable.

Desafiante.

Socialista: como si no le cupiera duda que todo era parte de una conspiración.

Uno casi que la ve cantando con los insurrectos de la Comuna de París, “Avec toi je vais aux barricades/La place d’une femme est prés de son mari”. [vsw id=”eEDKwLOpIR4″ source=”youtube” width=”200″ height=”165″ autoplay=”no”]

Pero parece que el escándalo de las prostitutas de la norteña ciudad de Lille, conocida como “Affaire Carlton”donde ahora se le acusa de formar parte de una red internacional que transportaba “demoiselles” a través del Atlántico y que, en las últimas revelaciones de impudicia desenfrenada ahora incluye acusaciones de violaciones por grupo a una prostituta, fue demasiado.

También pudo ayudar el que nadie en los círculos de poder franceses se le acerque a Dominique Strauss-Kahn, cuya presencia en cualquier evento es lo equivalente a un disolvente social.

Incluso para Anne Sinclair, periodista respetada y ahora directora de Le Huffington Post

Informa un despacho de la Reuters publicado en The Huffington Post que, “El semanario Closer informó hace poco en su edición digital que Sinclair echó a Strauss-Kahn de su residencia en el centro de París”.

Eso es lo más reciente en la caída de un personaje que pudo haber sido presidente de Francia y hoy no es más que un viejo quebrado, derrotado, víctima de su arrogancia, imprudencia e incapacidad de controlar sus apetitos.

Dominique Strauss-Kahn: un pobre diablo.