Un fotógrafo de bodas en Sicilia murió al dispararse accidentalmente una de las escopetas que le había pedido a la pareja que usaran como props en la sesión de fotos previa al matrimonio, informa el New York Daily News.

Parece que Calogero Scimea de 45 años no sabía que el arma estaba cargada. Recibió un impacto en la cabeza y murió casi inmediatamente ante los ojos horrorizados de los demás invitados.

Los novios, Valentina Anitra, 22 y Licodia Ignacio, 25, cancelaron inmediatamente su boda mientras se condujo la investigación policiaca. En una vuelta cruel del destino, se informó que Scimea había asistido al matrimonio como reemplazo de otro fotógrafo.

Artículo en inglés