Candidatos en elecciones medio término
Stacey Abrams, candidata a gobernadora en Georgia, Andrew Gilium, candidato a gobernador en la Florida, Beto O’Rourke, candidato al Senado por Texas.

A solo 5 días de las elecciones de medio término, y muchas encuestas favoreciendo a los demócratas, observadores políticos en EUA le han puesto el ojo a tres campañas en el sur, un área republicana/conservadora desde los días de Richard Nixon, cuyos resultados podrían cambiar el rostro del país por muchos años.

Estas campañas son las de gobernaciones en los estados de Florida y Georgia, y el senado en Texas.

En los tres casos, candidatos del ala progresista del partido demócrata, han registrado serios avances, poniendo a la defensiva a los candidatos republicanos, quienes han tenido que apostarle más que nunca a Donald Trump, quien a su vez ha visitado estos estados con la esperanza de que su retórica divisionista logre movilizar a sus partidarios y frenar a la oposición.

En la Florida, Andrew Gillium, actual alcalde de Tallahasse, encabeza una coalicion de organizaciones progresistas, afroamericanas, latinas, LBGT, y ecológicas. Tiene como adversario al ex congresista Ron DeSantis, veterano de la guerra de Irak y ex congresista, ganó la nominación de su partido gracias al apoyo del Presidente Trump. DeSantis, famoso por su anuncio de TV en que sale leyéndole a su pequeño hijo un libro de Trump mientras su hija aprendía a construir el muro de Trump con bloques, está. Las encuestas favorecen al alcalde Gillium, pero dentro del margen de error.

Una victoria de Gillium tendría repercusiones históricas, siendo él el primer gobernador afroamericano de la Florida. Igual impacto tendría por el tono con que se ha defendido de los ataques del presidente Trump, llamó un cobarde y un bully.

La campaña se ha marcado por el tono racista con que DeSantis se ha referido a Gillium, el cual varios grupos de supremacistas blancos han repetido en mensajes telefónicos, volantes, y redes sociales. En un debate contra DeSantis, Gillium lanzó lo que bien puede ser la frase más duradera de esta temporada electoral. “No digo que él sea racista”, afirmó. “Pero los racistas sí lo consideran racista”.

Una victoria de Gillium tandría sería un golpe psicológico contra Trump, quien tiene numerosas propiedades en la Florida, estado que ha determinado el resultado de una campaña presidencial en más de una ocasión

En el vecino estado de Georgia, Stacey Abrams, candidata afroamericana progresista ha logrado forjar una coalición similar a la de Gillium. Empresaria, autora de novelas, abogada, entre 2011 y 2107 fue la líder de la minoría en la Asamblea del estado. Abrams  tiene una buena posibilidad de ser la primera mujer gobernadora negra del país.

Su adversario Brian Kemp es el actual secretario de estado de Georgia, cargo algo polémico ya que le corresponde a él revisar los listados de votantes. Una purga de más de 50,000 nombres hace un par de semanas ha resultado de acusaciones de conflicto de intereses, hasta el punto que otro georgiano famoso, el ex presidente Jimmy Carter (quien apoya a Stacey Abrams) le pidió que renunciara su cargo.

Una de los puntos más fuertes de Stacey Abrams es su capacidad de relacionarse con la gente común y corriente, señaló el periodista John Heleimann, en entrevista con Nicolle Wallace de MSNBC. Por ejemplo, Abrams, igual que muchos estadounidenses, ha sufrido problemas económicos y tiene una deuda sustancial por impuestos retrasados. La está pagando; ella no lo esconde. Por el contrario, explica abiertamente que viniendo de una familia de escasos recursos, ella ha tenido que pedir prestado para estudiar, ha sufrido reveces económicos pero en la medida que sus medios le alcanzan se está poniendo al día. Su honestidad la humaniza.

Tanto Abrams como Gillium han sabido manejar la cuestión racial. A diferencia de Barack Obama, quien se presentó como un candidato afroamericano, estos jóvenes políticos se presentan como afroamericanos candidatos. Como afroamericanos, y viniendo del sur del país, han sufrido en carne propia la pobreza y la discriminación, que persiguen combatir mediante alianzas con otros grupos minoritarios del país, sean latinos, asiáticos, musulmanes, LBGT, mujeres profesionales, jóvenes agobiados por los crecientes costos de estudiar, sindicatos. Esperan que la fuerza que desencadena esta unión atraiga a sus banderas a otros segmentos que les impulsen a la victoria.

Un nuevo elemento que está dejando un impacto en la política del sur de EUA es la mujer negra.

Una estrategia similar ha desplegado el congresista Robert Francis O’Rourke, conocido como Beto O’Rourke, nacido y criado en El Paso, quien podría estar a un paso de vencer a Ted Cruz, actual senador por ese estado y eminencia gris de su partido, pero respaldado por una impresionante maquinaria corporativa, Comités de Acción Política, la poderosa Asociación Nacional del Rifle NRA, los llamados cristianos evangélicos y el sentimiento anti inmigrante de muchos en ese estado — no obstante el hecho de que el padre de Cruz fue un inmigrante cubano.

O’Rourke, joven, energético, fotogénico, bilingüe, se ha sentado la meta de visitar todos los precintos de todo el estado, y la ha cumplido, perdiendo en el proceso unas 20 libras, según dijo en una entrevista televisado. Contra el discurso republicano — promovido por el presidente Trump y por Ted Cruz que fomenta el temor, la xenofobia, las divisiones el oscurantismo religioso — Beto O’Rourke habla de colaboración, denuncia el racismo, promueve los derechos de las diversas orientaciones sexuales, de las mujeres a decidir qué hacer con su sexualidad y sus derechos tr.

Estas tres campañas Andrew Gillium, Stacey Abrams, Beto O’Rourke marcan un cambio total con la fracasada campaña de Hillary Clinton y sus partidarios hace dos años. Es claro que han aprendido mucho de Bernie Sanders y otras fuerzas progresistas, donde buscan el apoyo de bases, movilizando activistas, yendo de puerta en puerta con sus mensajes.

Quedan cinco días.