Screen Shot 2013-09-24 at 11.37.53 AMUna de las películas favoritas de esta bloguera se llama “El festín de Babette“, que trata de la cena que ofrece una chef francesa a una comunidad ascética en algún país nórdico.

Babette se había refugiado allí por motivos políticos y durante 14 años trabajó como cocinera a dos solteronas. Hasta que un día recibió sus ganancias de un sorteo.

Con el dinero, decidío organizar un festín para los integrantes de esta comunidad — deliciosa experiencia que ellos disfrutaron a regañadientes, primero, porque su ideología les impedía.

Hasta que se dejaron ir. ¡Y gozaron!

Algo parecido — incluso mucho más noble — ha sucedido en una boda en Georgia que por razones del destino fue cancelada.

Como informa Cristina NG de ABC News, cuando llegó la noticia ya era muy tarde para recuperar el dinero que se había invertido.

Entonces, recordando que la novia había trabajado como voluntaria en una organización en Atlanta que alimenta a los necesitados, Willie y Carol Fowler decidieron compartir.

Trajeron en autobus 200 invitados y les sirvieron con el mismo lujo que pensaban dar a los invitados al matrimonio que nunca tuvo lugar.

Lo han llamado una Celebración Familiar de Amor, que piensan volver a repetir anualmente.

Un dato curioso es que al contactar la organización Hosea Feed the Hungry, ellos incialmente creyeron que se trataba de una broma, ya que el sitio donde llevaron a las personas sin techo es demasiado elegante.

Artículo en inglés