La tragedia financiera que se desencadena en Grecia no tiene mucho de Sófocles, pero parece tener el sello de Goldman Sachs y similares instituciones bancarias,  causando una investigación por parte de agencias gubernamentales, informa el New York Times.

Según el diario, “La crisis, en cierta medida, es el resultado de las transacciones de los grandes bancos como Goldman Sachs, que ayudaron a Grecia a esconder su creciente deuda durante el curso de la última década”.

Ello ha dado origen a una investigación por parte de la Comisión Federal de Comercio sobre los estratagemas financieros empleados por los bancos en dicho proceso.

Además, el Times señala que “La Comisión Valores de EUA también ha manifestado interés en el papel que han jugado los derivativos — instrumentos financieros que en su mayoría carecen de regulación y no se canjean públicamente — en los problemas de Grecia”.

En el 2001 Goldman ayudó a Atenas a obtener discretamente préstamos por miles de millones, creando un derivativo que básicamente transformó el préstamo en una moneda comercial que bajo las reglas europeas no tuvo que reportarse. La transacción le produjo unos $300 millones a la compañía, indicó el Times.

Goldman Sacks tiene una fuerte presencia en los círculos políticos de poder estadounidense. Entre otros, el actual secretario actual del Tesoro, Henry Paulson, ocupó varios cargos en esa empresa, de 1974 al 2006, cuando se retiró como Gerente General. Los paquetes multimillonarios con que Goldman premió a sus ejecutivos, en medio de una crisis económica sin precedente, han causado amplio repudio entre el público.

Transacciones de este tipo por los grandes bancos fueron en gran parte responsables de la crisis fiscal que apresuró la recesión del 2008 en EUA. En Europa, varios jefes de gobierno han protestado contra ellas.

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