Para los analistas de Stratfor Global Intelligence, el golpe militar en Egipto podría agravar la inestable situación política que se vive en la región.
“En una breve declaración a los medios de comunicación, el jefe militar de Egipto Adbel Fattah al-Sisi anunció que el presidente Mohamed Morsi fue destituído a raíz de los disturbios populares. En una breve alocución, al-Sisi rodeado por los tres jefes de las fuerzas armadas, junto con líderes de la oposición, el Jeque de la mezquita Al-Azhar y el papa de la Iglesia copta, anunció que Adly Mansour, jefe de justicia de la Corte Constitucional, ha sustituido a Morsi como presidente interino.
“También anunció que la constitución había sido suspendida. El nombramiento de Mansour es notable porque una de las principales demandas del movimiento de protesta Tamarod ha sido que él lograra la presidencia. El gobierno provisional organizará elecciones parlamentarias y presidenciales.
“El acuerdo fue hecho sin la participación de Morsi, cuyo paradero se desconoce, ni nadie que represente el brazo político de la Hermandad Musulmana, el Partido Libertad y Justicia. La Hermandad Musulmana, que efectivamente ha sido expulsada del poder, ahora tiene que encontrar la manera de responder. Probablemente la respuesta del grupo no será la violencia, sino su participación en disturbios civiles que conducirán a la violencia. Aunque es poco probable que la Hermandad abandone el camino de la política democrática, la destitución de Morsi llevará a elementos dentro de los grupos salafistas más ultraconservadores para abandonar el ámbito de la política legal a favor de los conflictos armados”.
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