Con 290 libras a cuestas, Martin Kessman de 64 años quiere poder disfrutar su hamburguesa como “una persona normal” y está convencido de que lo que se lo impide es que no se puede sentar holgadamente en su restaurante favorito, White Castle.

Por eso ha demandado al gigante de las hamburguesas en la corte federal de Manhattan, informa My Fox NY.

Kessman dice que las incómodas sillas violan los derechos civiles de los gordos.

Explica My Fox Ny que hace dos años Kessman se había quejado al restaurante y ellos se habían comprometido a aumentar el tamaño de las bancas.

“Me enviaron las dimensiones y todo sobre como las iban a aumentar para hacerlas más cómodas a la gente con más peso. Pero han pasado dos años y medio y no han hecho nada”.

Kessman dice que no tiene problema sentándose en otros restaurantes ni en los aviones.

Basa su pleito en la ley American with Disabilities Act.

“Aplica no solo a mi, sino a las mujeres embarazadas y personas incapacitadas”, dijo.

Pide en su demanda sillas más amplias y una suma no especificada por daños y perjuicios, concluye My Fox Ny.

Artículo en inglés

Foto cortesía de JavierPsilocybin via flickr