Con un “Dream Team” que reúne a 16 veteranos abogados y fiscales del más alto calibre que conocen la capital, los protocolos del sistema de justicia y ahora responden al antiguo jefe del FBI Robert Mueller, Washington se prepara para una batalla campal entre el presidente Donald Trump y las múltiples investigaciones que han puesto a su administración a la defensiva. El 3 de julio por la tarde se supo sobre la convocatoria de un Gran Jurado que evaluará la evidencia que siguen recogiendo sobre los posibles vínculos entre la campaña Trump 2016 e intereses rusos.
Escribe Jonathan Easly en The Hill, que Mueller que son “23 jurados cuya responsabilidad consiste en examinar documentos producidos, escuchar los testimonios de los testigos y, en última instancia, decidir si es necesario formular cargos criminales”.
Es solo una de cinco investigaciones sobre injerencia rusa en la campaña 2016 en la que el equipo de Donald Trump está bajo investigación.
La situación agrava diariamente.
En una nota en Vox, Murray Waas cita a un alto funcionario de la ley. Señala que, “Van a testificar el [ex] director del FBI, y luego el director en funciones, y el jefe de personal dell director del FBI, al consejero general del FBI, y luego otros, uno tras otro. […] Es más como la Oficina Federal de Investigación (FBI) contra Donald Trump “.
George Mueller encabezar al FBI entre 2001 y 2013, dos administraciones. Luego está el ex director James Comey cuyo despido en mayo por negarse a suspender la investigación resultó en la creación de un iinvestigador independiente.
Mueller ahora tiene por lo menos dos grandes jurados, uno en Alexandria, Virginia, el otro en la capital.
Infoma CNN que la estrategia de los investigadores ha sido “follow the money” (seguir el rastro del dinero), que consideran la “avenida más fertil para avanzar la pesquisa”.
La fortuna de Donald Trump parece estar muy vinculada con miembros de la oligarquía rusa desde años atrás. Varias propiedades Trump, en la emblemática Quinta Avenina, ha sido compradas por enormes sumas por partes de ciudadanos rusos. Muchos de estos ciudadanos rusos y rusos americanos está siendo investigados, informa Talking Point Memos.
(Jared Kusher, el marido de Ivanka Trump y asesor muy cercano al presidente, un ministro sin cartera con enormes responsabilidades, también tiene amplias conexiones de negocios con intereses inmobiliarios rusos).
Directivos del FBI han anunciado a sus miembros que podrían ser llamados a testificar, “Hasta 10 funcionarios serán interrogados como parte de la investigación sobre si Trump ha cometido la obstrucción de la justicia”. Ello porque Comey ha dicho que desde los primeros días de la administración compartió sus notas y observaciones con un círculo cercano él.
Para dejar claro que el Congreso y gran parte del país quieren que se lleve a cabo la más exhaustiva investigación posible, en el Senado dos senadores han presentado un proyecto de ley que prohibe al presidente despedir a Mueller.
Mientras la noticia del Gran Jurado sacudía la capital de EUA, el presidente se encontraba en Huntington, West Virginia, región minera de carbón que él ha prometido rescatar y donde recibio enorme apoyo en la elección pasada. Allí, combativo, recargándose con la energía de la multitud que lo venera, habló de los logros de su administración. Y nuevamente denunció la investigación como una “cacería de brujas”, que busca opacar su victoria electoral de noviembre 2016.
Con bastante frecuencia, Trump ha realizado mítines con sus partidarios. El claro que los disfruta. Pero cuando parte la comitiva presidencial del evento, aunque lo transmitan incesablemente en los canales que apoyan al presidente, Trump y sus asesores vuelven a enfrentar la dura realidad: ésta es solo una de las cinco investigaciones en curso — cinco.
Y Mueller y su equipo parecen decididos a escarbar, incluyendo poniendo bajo la lupa la fortuna Trump. Y ello es sagrado para la familia presidencial.