Desde consumidores con tarjetas de crédito al punto de reventar a compañías financieras que buscaron un poco más músculo, la deuda que acumuló el mundo durante la época de las vacas gordas es el tema de la gráfica del día de la revista británica The Economist. 

Es una gráfica interactiva que ilustra los niveles de deuda de una amplia gama de naciones, basada en datos del McKinsey Global Institute.

Señala que mientras que en teoría no hay nivel máximo de deuda en relación al Producto Industrial Bruto (PIB), en la práctica Irlanda e Islandia (no aparecen en esta lista) se vieron limitados al alcanzar sus deudas entre ocho y el diez veces el PIB.

La gráfica también divide la deuda por sectores. Llama la atención The Economist al monumental tamaño de los bancos en Gran Bretaña en relación a su economía, y el alto nivel de deuda corporativa en España. Igualmente, dice que el tamaño de la deuda del gobierno japonés es causa de preocupación a largo plazo.

Agrega The Economist que Japón tiene el dudoso honor de encabezar el ranking de vulnerabilidad de la deuda soberana, que clasifica a los países sobre la base de su saldo presupuestario primario, su ratio de deuda respecto al PIB y la relación entre el rendimiento de la deuda y el crecimiento económico (si el primero es mayor que el segundo, la carga de la deuda es cada vez peor).

Artículo en inglés

 

Grafica The Economist, en ElMolinoonline.com