Arqueólogos en Mongolia han descubierto un nido con más de una docena dinosaurios jóvenes – primos de los Triceratops – que por la manera en que murieron juntos sugiere que estos animales prehistóricos podrían haber cuidado a sus crías al menos durante sus primeros días, escribe Charles Choi en LiveScience.
Son Protoceratops andrewsi, un herbívoro del tamaño de una oveja moderna, que vivió hace unos 70 millones de años, conocido por la gola en la parte posterior de su cabeza.
En el nido se encontraron 15 bebés de 4 a 6 pulgadas (10 a 15 centímetros) de largo y probablemente no mayores de un año de edad. El que estuvieran juntos sugiere que había cierto cuidado por los padres a su prole, apunta.
El hallazgo tuvo lugar en la comarca de Tugrikin, en el corazón del desierto de Gobi, región que ha demostrado ser rica en fósiles en el pasado, incluyendo los “dinosaurios luchando”, un Velociraptor y un Protoceratops aparentemente enterrados en un combate mortal.
Dice que fue un sitio agreste incluso cuando los dinosaurios estaban vivos, con gran calor y dunas de hasta alto como 80 pies de altura. Un investigador sugiere que el nido fue cubierto de arena durante una tormenta de arena.
Según LiveScience, a los científicos les gustaría poder reconstruir el ecosistema donde habitaban los Protoceratops para comprender mejor el contexto en que vivieron y por qué podrían haber adoptado una estrategia familiar que mantuviera juntas todas las crías.
