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Donald Trump, en su creciente desesperación por el voto latino en la Florida afirmó que para los hispanos él ha sido mejor presidente de lo que fue Abraham Lincoln.

“No hizo mucho por los hispanos” dijo, en un aparente intento de elogiarse a sí mismo.

Se ha reunido en Florida con grupos de derechistas colombianos, nicaragüenses, venezolanos y cubanos que forman su base de apoyo allí. “Los llamamos los ‘latinos por Trump’, donde las encuestas nos dan cifras más altas que ningún republicano ha logrado antes, tal vez, Abraham Lincoln. Pero en esos días, creo que no le interesaba demasiado el movimiento hispano. Tenía otras cosas en las que pensar”.

Para lograr 270 votos del colegio electoral, y con ellos su reelección, Trump tiene que ganar el estado de la Florida. No hay otra hoja de ruta. Ese no es el caso que Biden, que según las estadistas de Nate Silver en 538 tiene por lo menos cuatro escenarios en que gana sin la Florida.

Ahí radica la importancia para Trump de los latinos de la Florida — no tanto ganarlos como erosionar el apoyo que en 2016 dieron a Hillary Clinton. Reducir los márgenes puede ser suficiente para volver a prevalecer en un estado que ganó por un 1.2% hace cuatro años, indica un análisis de Franco Ordoñez en NPR.

Nada nuevo en la estrategia, asustar con el espectro del socialismo. Presentan a Biden como ultraizquierdista, partidario de Nicolás Maduro en Venezuela y de Gustavo Petro y las FARC en Colombia.

Cabe preguntar, ¿olvidarán los latinos las acusaciones de violadores, la separación de familias, las deportaciones, los intentos de eliminar DACA, las acusaciones de que son narcotraficantes, miembros de la pandilla MS13 que ha impulsado esta administración desde el primer día?

Al mismo tiempo, vale recordar que muchos latinos en la Florida son de Puerto Rico. Trump les negó ayuda. Los insultó — incluso tirándoles toallas de papel de forma humillante.

Aún así, lo que gane entre latinos en la Florida, lo puede estar perdiendo en un segmento más importante: Los jubilados, que se trasladan a ese estado para pasar su tercera edad. No es demasiado costoso, no hay inviernos, y ofrece muchos servicios para personas mayores.

A los jubilados de la Florida, el 2020 les ha azotado sin misericordia el Covid-19 que se ha llevado casi 15,000 vidas. Y, si bien el gobernador acaba de re abrir la economía, el impacto de la pandemia ha sido devastador entre una población con ingresos fijos.

Una encuesta encontró avances muy importantes de Biden sobre Trump entre las personas mayores, con un empate estadístico del 49% al 48%. Esa es una caída notable para Trump, que venció a Clinton por 57% a 40% entre los votantes de Florida de 65 años o más años, escribe Michael Finnegan en Los Angeles Times.

En sus actos de campaña, que son todo un espectáculo, para deleite de sus admiradores, Trump se aparta de su discurso y dice lo que se le ocurra. Cada día hace menos sentido. Ello cual puede ser resultado de sus limitaciones físicas y su deterioro mental — quizás de ahí haya salido su comparación con Lincoln y los latinos.

¿Lograrán los esfuerzos de Trump y su equipo por ganar un estado sin el cual pierde la campaña? Esta historia no ha terminado.