Algunos han dicho que la Constitución de EUA es revelación divina, como los 1o Mandamientos, los Evangelios, el Korán, y descartan cualquier crítica como algún tipo de herejía.
El punto de vista de Alex Seitz-Wald de National Journal podría caer en esta última categoría. “La Constitución sencillamente no se produjo para gobernar en el Siglo XXI […] Para decirlo en pocas palabras, hemos aprendido mucho desde 1787.
“Cualquier sistema que otorgue la misma legitimidad democrática a la legislatura y al presidente y que al mismo tiempo permite que cada uno este controlado por personas con fundamentalmente diferentes agendas, está condenado al fracaso. Hasta el momento, EUA ha superado esto mediante el compromiso, ¿pero qué sucede cuando las partes no desean el compromiso?
“Parece anti americano mirar hacia el exterior en busca de maneras para cambiar nuestro texto sagrado, pero tal como otras naciones del mundo nos han copiado, ¿por qué no aprender de ellas?”.
“El sistema estadounidense se diseñó con suficientes pesos y contrapesos, pero los Fundadores asumieron que las élites elegidas al Congreso lo resolverían todo. Ellos no planificaron para los partidos políticos que surgieron casi inmediatamente después de la ratificación y definitivamente no planearon para Ted Cruz”.
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