Nicolás MaduroEl desastre electoral del pasado 14 de abril en Venezuela ha producido en el chavismo una herida de muerte, dejando al movimiento agonizante y presto para “causar grandes destrozos antes de morir”, afirma el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa en una columna en El País.

Dice que el candidato socialista Nicolás Maduro, no obstante las ventajas que le daba el hecho de ocupar la presidencia, tuvo que recurrir a “un gigantesco fraude electoral”, para salir vencedor de los comicios por un escaso margen.

Sostiene que la oposición ha documentado “más de 3,500 irregularidades”.

Lo que existe actualmente es un “sistema sacudido por cesuras y rivalidades internas”, dice, donde los herederos del fallecido Hugo Chávez se distinguen por “su intolerancia, su vocación antidemocrática y sus inclinaciones matonescas y delincuenciales”.

Muestra de ello, agrega, fue el altercado del 30 de abril en una sesión de la asamblea presidida por Diosdado Cabello donde congresistas se agarraron a golpes y la diputada María Corina Machado fue arrastrada por los cabellos

“Da tristeza un Gobierno, cuyo jefe de Estado silba, ruge o insulta porque no sabe hablar”, dice.

Columna completa en El País