“Esta noche, hemos alcanzado un hito en la marcha de nuestra nación hacia una unión más perfecta: la primera vez que uno de los partidos principales ha nominado a una mujer para presidente “, dijo Hillary Clinton en su discurso aceptando la candidatura de los demócratas. “Estoy presente como la hija de mi madre, y la madre de mi hija. Me llena de alegría que este día haya llegado. Me llena de alegría por las abuelas y las niñas y todos los demás. Me llena de alegría, también, por niños y hombres — porque cuando cae ninguna barrera en Estados Unidos, despeja el camino para todo el mundo”.
“Después de todo, cuando no hay techos, el cielo es el límite”, añadió. “Así que vamos a seguir adelante, hasta que cada una de los 161 millones de mujeres y niñas en todo Estados Unidos tenga la oportunidad que merece tener. Pero aún más importante que la historia que hemos hecho esta noche, es la historia que vamos a escribir juntos en los próximos años”.
Presentada por su hija Chelsea, Hillary Clinton apareció radiante, vestida de blanco, en un simbólico contraste con la oscuridad distópica de su adversario republicano la semana pasada. Sus palabras comunicaron optimismo. Esperanza. Compromiso. Unidad. Colaboración.
“Quiero agradecer a Bernie Sanders. Bernie tu campaña inspiró a millones de estadounidenses, particularmente a los jóvenes que se lanzaron con corazón y alma en nuestra primaria. Pusiste temas económicos y sociales al frente y al centro donde deben estarlo”.
A los partidarios del Senador socialista demócrata, les dijo. “Les he escuchado. Su causa es nuestra causa. Nuestro país necesita sus ideas, energía y pasión. Es la única manera en que podemos convertir nuestra plataforma progresista en un cambio real para Estados Unidos”.
Sobre Donald Trump, dijo que no tiene el temperamento para comandar las fuerzas armadas.
“Pierde los estribos ante la provocación más mínima. Cuando un periodista le hace una pregunta díficil. Cuando se le cuestiona en un debate. Cuando ve a alguien protestar en un mitin. Imagínenlo en Casa Blanca, con una amenaza verdadera. Un hombre a quien se le puede enfurecer con un mensaje de Twitter no es persona a quien confiar las armas nucleares”.
Su discurso potenció la plataforma más progresista en la historia del partido, que fue adoptada en gran parte debido a la presión por el ala sanderista.
Pidió inversiones en la infraestructura del país, mayores impuestos para los más ricos de la sociedad, escuelas vocacionales para adiestrar trabajadores para los cambios en oportunidades, acceso a la educación universitaria para todos, alivio de la deuda estudiantil.
“No vamos a construir un muro. En vez vamos a construir una economía en la que quien quiera un buen empleo pueda lograrlo. Y vamos a construir un camino hacia la ciudadanía para millones de inmigrantes que están contribuyendo a nuestra economía”.
En su discurso, Hillary Clinton buscó un equilibrio entre lo personal y lo presidencial. Mostró conocimiento, sin caer en demasiado detalle, sentido del humor, empatía. Y la sangre fría que requiere para ser la Comandante en Jefe de una nación en guerra en lo que va del siglo XXI.
Fue un discurso sólidamente redactado, ensayado y difícil. Cerró cuatro días de actividad donde los grandes oradores del partido demócrata — Barack Obama, Bill Clinton, Cory Booker mostraron sus aptitudes como comunicadores.
¿Logrará Hillary Clinton convencer a los partidarios de Bernie Sanders, y a muchos otros votantes que desconfían profundamente en ella, a movilizarse y votar contra el racista republicano Donald Trump?
Esa historia está por escribirse.
https://youtu.be/HNEIQ8olnro
