Huelga en BrasilInforma Simón Romero en el New York Times — RÍO DE JANEIRO – Varias ciudades de Brasil se vieron afectadas este viernes por una huelga general convocada por sindicatos en rechazo a las medidas de austeridad impulsadas por el gobierno del Michel Temer, actualmente rodeado de escándalos. El paro general dio una muestra clara de las dificultades que enfrentan las autoridades para convencer a los votantes de propuestas como reformas al sistema de jubilación y a leyes laborales.

Las tensiones en Río de Janeiro fueron particularmente críticas: las escuelas pidieron a los padres asegurarse de que sus hijos se quedaran en casa, las fuerzas de seguridad lanzaron gas lacrimógeno para dispersar a manifestantes cerca de la bahía de Guanabara y se registraron enfrentamientos en el aeropuerto Santos Dumont. En São Paulo, la ciudad más grande de Brasil, los manifestantes bloquearon avenidas, detuvieron buena parte de la red de transporte público y llevaron a las autoridades a cerrar los accesos a varios edificios públicos.

La huelga también se hizo sentir en otras ciudades brasileñas, como Porto Alegre, Belo Horizonte y la capital, Brasília, aunque muchos negocios mantuvieron abiertas sus puertas u operaron de manera parcial.

“La huelga está completamente justificada, pero me despedirían si no voy a trabajar”, dijo Marco Basaglia, empleado de un banco de São Paulo de 48 años que caminó al trabajo en vez de tomar el transporte. “Temer odia a los trabajadores. Este es el peor gobierno que ha tenido Brasil”.

El paro reveló las divisiones profundas en la sociedad brasileña respecto a las políticas de Temer. El presidente ha tenido un bajo índice de aprobación desde que llegó al cargo a finales del año pasado tras la destitución de Dilma Rousseff. Temer asegura que sus reformas son necesarias para recuperar la confianza en la economía brasileña.

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