El mundo entero se estremeció ante la masacre escolar en Connecticut, cuando un individuo armado hasta los dientes roció plomo, matando a 26 personas, la mayoría de ellos niños de 6 y 7 años o sus maestros, en lo que parecía iba a ser un día cualquiera en un suburbio tranquilo.
Pero poco se dice sobre otros incidentes, en el resto del país, de muertes también con armas de fuego, en saldos de víctimas que no pasaron de los titulares locales — tres aquí, cinco allá — y que acontece a diario: el macabro desangre a cuentagotas de EUA.
Jason Cherkis, de The Huffington Post publica hoy un extenso artículo que recoge más de 100 de estas muertes, mediante búsquedas por Google y Nexis.
Ocupan la primera plana del periódico bajo el titular, “Vivir y Morir en América”.
“Unos fueron asesinatos suicidio”, dice HuffPost. “Uno recibió un tiro en el rostro mientras dormía, al lado en la cuna había un bebé dormido. Otra fue una abuela camino de la tienda a casa”.
Asegura HuffPost que son cifras parciales ya que el promedio de homicidios en el 2010 en EUA durant una semana fue el doble.
Pero dan perspectiva a las dimensiones de la violencia con armas de fuego en EUA.
