Se lo habían advertido varias veces: se trata de un animal salvaje y no puede domesticarse.
No hizo caso y el hipopótamo lo mató a mordiscos.
Según David Smith en The Guardian, Marius Els, granjero en la provincia de Free State en Sudáfrica fue encontrado salvajemente muerto, semi sumergido en el mismo río donde hace unos años había encontrado a un hipopótamo huérfano de unos 5 meses.
Le puso Humphrey.
“Es como hijo para mí, igual que un ser humano”, había dicho. “Humphrey y yo tenemos una relación que es difícil para la mayor parte de la gente comprender”.
A veces montaba sobre la bestia, que en los 5 años que vivió con Els alcanzó una tonelada y media.
Pero Humphrey no era totalmente pacífico, explica The Guardian.
Había atacado a dos personas que paseaban en canoa por el río que él frecuentaba, y tuvieron que trepar un árbol huyendo, donde permanecieron dos horas. Els tuvo que atraer al hipopótamo con manzanas, dice.
A veces entraba a un terreno de golf donde perseguía a los golfistas.
Con unos colmillos enormes, los hipopótamos matan cada año más gente que los leones, elefantes, leopardos, búfalos y rinocerontes juntos. No obstante su peso que alcanza tres toneladas pueden moverse a velocidades de 30 millas por hora, explica The Guardian.
Foto cortesía de puliarf via flickr
