Al menos cinco personas murieron y más de 1,000 personas fueron rescatadas durante la noche del 26 agosto en Houston como parte de los aguaceros que ha traído el huracán Harvey, informó el Servicio Meteorológico Nacional. Las inundaciones siguen aumentando en la zona, que ha estado bajo una emergencia de inundaciones repentinas desde el sábado por la noche.
Por lo menos 20 pulgadas de lluvia han caído en la ciudad.
El huracán fue degradado a una tormenta tropical, pero todavía se espera que traiga fuertes tormentas a la zona en los próximos días.
Acompañamos a nuestros lectores en Texas, les instamos a que tengan mucho cuidado y observen todas las medidas de seguridad e indicaciones de las autoridades. Publicamos las información más reciente de VOA NOTICIAS.
Residentes y funcionarios del estado de Texas se preparaban para la llegada de Harvey, que en las últimas 24 horas ganó inesperada fuerza en las cálidas aguas del Golfo de México hasta convertirse en un huracán de categoría 2, según anunció a primera hora del viernes el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Lo que es peor es que el meteoro, ahora calificado como una “tormenta peligrosa” y “potencialmente mortal” podría alcanzar categoría 3 para cuando toque tierra este viernes por la noche o la madrugada del sábado, entre Port O’Connor y la bahía de Matagorda, una franja de 48 kilómetros de costa a unos 110 kilómetros de Corpus Christi, Texas.
A la 1:00 de la madrugada del viernes, el centro de Harvey se encontraba a 335 km de Corpus Christi y ya tenía vientos máximos sostenidos de 165 kph.Se prevé que al entrar a tierra, el huracán deje caer hasta 90 centímetros de lluvia, lleve vientos de 200 kilómetros por hora y provoque olas de hasta 3,6 metros de alto.
Y una vez entre a Texas, la tormenta podría quedarse prácticamente estacionaria, provocando copiosas lluvias durante varios días, especialmente sobre Houston, la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos, y una de las más proclives a inundarse. Existe la probabilidad de que millones de personas se queden sin electricidad o agua potable durante varios días, sino semanas.
La última tormenta de igual potencia en Estados Unidos fue el huracán Wilma, que llegó a Florida en octubre de 2005.
La supertormenta Sandy, que azotó Nueva York y Nueva Jersey en 2012, nunca tuvo vientos tan potentes y perdió su categoría tropical antes de tocar tierra. Sin embargo, causó gran devastación sin haber sido catalogada nunca como un importante huracán.
“Lo que hemos pronosticado es que continuará intensificándose hasta que toque tierra”, dijo el portavoz del Centro Nacional de Huracanes, Dennis Feltgen.
Los siete condados costeros de Texas desde Corpus Christi hasta el extremo occidental de la isla Galveston ordenaron el desalojo obligatorio de miles de habitantes de las zonas bajas. En cuatro de esos condados, las autoridades ordenaron evacuación total y advirtieron a quienes decidieron quedarse que no podrían garantizarles el rescate.
Las evacuaciones voluntarias fueron recomendadas para Corpus Christi y la península Bolivar, donde una marejada causada por el huracán Ike se llevó muchas casas en 2008.
Funcionarios estatales expresaron su preocupación por el bajo número de evacuaciones con respecto a supertormentas anteriores.
“Muchas personas dan por sentado que no representará mucho peligro para ellas”, dijo el gobernador Greg Abbott a la televisora KPRC de Houston. “Por favor, atiendan las advertencias y desalojen cuanto antes”.
Abbott activó a unos 700 miembros de la Guardia Nacional estatal antes de que el huracán toque tierra.
Los efectos de Harvey podrían llegar a gran distancia. El Centro de Huracanes dijo que marejadas de hasta 90 centímetros de alto podrían ocurrir muy al norte, en Morgan City, Luisiana, a unos 644 kilómetros de donde se anticipa que tocará tierra.
Harvey sería el primer gran huracán en golpear Texas desde que lo hiciera Ike en septiembre de 2008, un huracán con vientos de 177 kph que arrasó las áreas de Galveston y Houston y provocó daños por valor de $22.000 millones de dólares.
El huracán más devastador en la historia de Texas fue Carla, que en 1961 provocó la muerte de 34 personas y forzó la evacuación de 250.000 personas.