Imagen cortesía The Washington Post

Dos meses desde que perdió la elección a Joe Biden, y mientras que acéfalo EUA trata de soportar los latigasos de otro auge del Covid, Donald Trump fue grabado en una llamada telefónica presionando al secretario de estado de Georgia a que cambie los resultados de la elección. 

“Necesito 11,780 votos” para ganar dice la grabación que el Washington Post publica en tu totalidad. Por el lenguaje que usan, por la presión que sigue ejerciendo, las amenazas de que ‘podría ser acusado de un crimen’. Es como el padrino. O Pablo Escobar. 

Un hampón total. Aquí traducimos unos párrafos del Washington Post. 

“El presidente Trump instó al republicano Brad Raffensperger, Secretario de estado de Georgia, a “encontrar” suficientes votos para revertir su derrota, en una extraordinaria llamada telefónica de una hora el sábado que, según expertos electorales, planteó cuestiones legales.

“The Washington Post obtuvo una grabación de la conversación en la que Trump alternativamente regañó a Raffensperger, trató de halagarlo, le suplicó que actuara y lo amenazó con vagas consecuencias penales si el secretario de Estado se negaba a perseguir sus falsas afirmaciones. En un momento advirtió que Raffensperger estaba tomando “un gran riesgo”.

A lo largo de la llamada, Raffensperger y el abogado general de su oficina rechazaron las afirmaciones de Trump, explicando que el presidente se basa en teorías de conspiración desacreditadas y que la victoria de 11,779 votos del presidente electo Joe Biden en Georgia fue justa y precisa.

“Trump descartó esto argumentos.

“‘La gente de Georgia está enojada, la gente del país está enojada'”, dijo.  “Y no tendría nada malo si dices, ya sabes, um, que has recalculado’.

“Raffensperger respondió: “Bueno, señor presidente, el desafío que tiene es que los datos que tiene son incorrectos”.

Aquí (en inglés, Washington Post publica la transcripción completa de la llamada Trump-Raffensperger).