Para el 99% de estadounidenses, dos cosas son inevitables: la muerte y los impuestos.
Y este pasado 15 de abril, plazo final para entregar las declaraciones de los impuestos sobre la renta, en su informe anual al congreso por la Defensora de los Contribuyentes, Nina E. Olson, señaló que el IRS, la agencia encargada que cobrar, está en pore condiciones que nunca debido a los recortes presupuestales a lo largo de cinco años, informa Lori Montgomery en el Washington Post.
No van a poder responder a las preguntas del público. “El requisito de presentar una declaración de impuestos y pagar impuestos es generalmente la carga más importante que un gobierno impone a sus ciudadanos. No creemos que sea aceptable que la respuesta del gobierno a los millones de contribuyentes que cada año buscan ayuda sea en esencia, ‘Lo sentimos. Estás por tu cuenta'”.
El lamentable estado del IRS puede significar demoras en sus reembolsos a millones de contribuyentes, muchos de los cuales dependen de este dinero para cuadrar sus cuentas.
Disfunción en Washington es la palabra. Ilustrada también en el rechazo del Congreso controlado por los republicanos de confirmar a Loretta Lynch, nominada por el presidente al cargo de fiscal general de la nación.
Mientras tanto, el costosísimo circo que muchos llaman el proceso electoral del país ya cuenta con tres precandidatos presidenciales republicanos y Hillary Clinton, por los demócratas.
La elección tendrá lugar en noviembre 2016. Las convenciones en que los partidos nombran sus candidatos en el verano de ese año.
Dos senadores cubano americanos, Ted Cruz y Marco Rubio, ambos de la ultraderecha conservadora y Jeb Bush, hijo y hermano de presidentes. Muchos más vendrán y muy pronto.
Con lo que cual los veremos descuartizarse entre sí en las decenas de debates hasta el punto en que la apatía sea el único calmante disponible.
Hillary, la otra cara de la dinastía Clinton, hasta el momento está sola en la cancha, tiene mucho apoyo entre las vacas sagradas de su partido.
Y demasiado billete para comprar votos. Es decir espacio en los medios.
Hablando de los medios, cabe recordar que la disfunción de la capital también les afecta (retroalimenta).
Esperemos de ellos notas como el diluvio de imágenes de Hillary Clinton en Chipotle, la cadena de comida mexicana, gozándose un guacamole. (Unos llamaron la visita “histórica”).
Esto al mismo tiempo que la administración trataba de convencer a un tribunal federal en New Orleans que retiren las barreras a la implementación de las medidas ejecutivas sobre inmigración que beneficiarían a millones de personas sin documentos.
Todo ello en una semana en que Don Francisco se despedía.
Otra semana que pasó en EUA.
Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
New York, NY
Abril 19, 2015
