La mujer al centro del escándalo de los tabloides en Inglaterra, en ElMolinoonline.comDe enriquecerse obscenamente a través del sensacionalismo amarillista a una sensacional caída que los ha arrastrado por el lodazal de la ignominia y podría meterlos en la guandoca.

Ese es el drama de un grupo de editores y altos capos de los tabloides británicos del magnate mediático australiano Rupert Murdoch.

Una olla podrida a medio destapar que ya apesta a los cuatro vientos. Y todos sabemos que contiene mucho más.

Informó esta mañana la Associated Press que las autoridades británicas están imputando cargos criminales contra Andy Coulson, antiguo hombre de confianza del primer ministro David Cameron, Rebekah Brooks, la antigua protegida de Murdoch y otras seis personas por su participación en el escándalo de las escuchas telefónicas ilegales,

Coulson y Brooks, ambos editores de News of the World, son acusados de participar en la interceptación de las comunicaciones de más de 600 personas, entre ellos Brad Pitt y Angelina Jolie, el futbolista Wayne Rooney, y el ex Beatle Paul McCartney, dice la AP.

Coulson más tarde encontraría trabajo como jefe de comunicaciones de Cameron.

Brooks, antigua directora de New International con sede en Londres, sacaba sus hermosos caballos en cacería de zorras con Cameron.

Otros que enfrentan cargos criminales son los periodistas sensacionalistas Stuart Kuttner, Miskiw Greg, Thurlbeck Neville, James Weatherup y Edmondson Ian, dice la AP.

Coulson, Brooks y Kuttner han sido acusados de conspirar para ingresar ilegalmente en el correo de voz de Milly Dowler, una chica de 13 años de edad cuya desaparición en el 2002 había paralizado el país.

Milly fue finalmente encontrada muerta y la revelación de que News of the World había pinchado su buzón telefónic generó indignación contra los tabloides.

Y así comenzó el escándalo.

Desde entonces, decenas han sido despedidos en el imperio de Murdoch, periódicos han cerrado, investigaciones han tenido lugar por parte de las autoridades y comisiones parlamentarias, políticos, polícias, periodistas han testificado y sido cuestionados.

Y todo podría ser únicamente la punta del iceberg.

Todos los acusados niegan haber obrado mal.

Artículo en inglés