La muerte de al menos 357 detenidos a raíz de un incendio en la cárcel de Comayaqua, en la región central de Honduras, constituye la mayor tragedia en penales de Latinoamérica en los últimos 25 años.
El fuego es un denominador común en la mayoría de estos hechos y es la principal causa de las muertes.
El 8 de diciembre de 2010, un incendio que se originó luego de una pelea entre internos provocó la muerte de 81 detenidos en la cárcel de san Miguel en Santiago de Chile.
Un trágico antecedente ocurrió siempre en Honduras en mayo de 2004, cuando, en un incendio en la cárcel de San Pedro Sula, en el norte del país, murieron 107 detenidos casi todos pertenecientes a la pandilla de la ‘Mara Salvatrucha’.
Entre los más graves episodios ocurridos en prisiones de Latinoamérica se registran los 250 muertos en Perú, en junio de 2006, en tres distintos motines en cárceles de Lima, protagonizados por exponentes de las organizaciones terroristas Sendero Luminoso y Tupac Amaru.
En octubre de 1992, 111 detenidos murieron en un motín en una prisión de San Pablo, en Brasil, mientras que dos años después, en enero de 1994, en la cárcel venezolana de Sabaneta, en Maracaibo, el balance de víctimas fue de 120.
En marzo de 2005, perdieron la vida 135 personas en un incendio en la prisión de Higuey, al este de Santo Domingo, en la República Dominicana, luego de una disputa entre bandas rivales terminada en un baño de sangre.
Tomado de Cubadebate
