OLYMPUS DIGITAL CAMERATraición con traición se paga: Ella le pone los cachos; él se vuelve espía ruso.

Este episodio de la vida real, que sucedió en el Canadá, pone patas arriba la combinación tradicional de romance y espionaje. 

Informa CTVNews que cuando un oficial de la marina canadiense se enteró que su esposa le estaba siendo infiel, él pensó en suicidarse pero en vez optó por vender secretos militares a los rusos. 

Fue un “suicidio profesional”, diría más tarde.

Se dirigió a la embajada de Rusia y ofreció sus servicios como espía.

Eventualmente, la inteligencia canadiense le descubrió, pero únicamente después de que presuntamente entregara información en discos y dispositivos de memoria por lo cual recibiría más de US$110 mil.

“Estoy tan muerto… mi esposa, que le quería por tanto tiempo, me mató, me mató”, dijo a los interrogadores. “Y el dolor de su traición y el dolor que hizo que sufrieran mis hijos”.

Será sentenciado el 8 de febrero.

Las autoridades piden un mínimo de 20 años, la defensa ha pedido clemencia.

Artículo en inglés