HondurasEntre los numerosos interrogantes que tendrá que responder el gobierno de Honduras luego del trágico incendio del presidio de Comayagua, está ¿por qué los guardas no tenían a mano las llaves para abrir las celdas antes que se calcinaran cientos?

¿Por qué tardaron más de 40 minutos en ingresar al los bomberos?

¿Por qué menos de la mitad — 397 — de los 858 internos del plantel habían sido condenados por delitos?

¿Por qué se trata de esa manera a seres humanos?

Javier C. Hernández del New York Times informa sobre la crisis que ha disparado en la nación centroamericana el apocalíptico acontecimiento, resultado de un sistema judicial básicamente paralizado, con juzgados que no dan abasto con el volumen de casos de narcóticos, cárceles hacinadas, decenas de miles encarcelados sin ningún recurso legal.

Dice que muchas cárceles de Honduras fueron construídas hace décadas y se encuentran en estado de abandono — sistemas eléctricos, facilidades sanitarias — en momentos en que la lucha contra los narcóticos ha aumentado dramáticamente el número de arrestos.

Ante aumentos en criminalidad a consecuencia directa del narcotráfico, apunta, Honduras y otros gobiernos centroamericanos enfrentan seria presión para mostrar progreso en la lucha contra los carteles y las pandillas.

Así aumentan los arrestos, en algunos casos por el simple hecho de tener un tatuaje, para tirar los detenidos en el laberinto de un sistema judicial que no está en condiciones de procesarlos.

Destaca el caso de Octavio Ruiz, fallecido en el 21 incendio, que desde noviembre esperaba ser juzgado bajo sospechas de ayudar en un caso de robo a mano armada.

En la actualidad solo el 53 por ciento de los presos en la nación centroamericana han sido condenados. Muchos pasan años sin comparecer ante un juez, dice.

Los parientes de las víctimas hablan de que Comayagua se ha cometido una injusticia doble: además de morir 350 o más personas bajo terribles circunstancias, se les negó el derecho a defenderse y reivindicarse.

Aunque el gobierno inicialmente atribuyó el incidente a un reo, dice el Times, ahora está evaluando la posibilidad de que haya sido causado por un corto circuito, dice. Han llegado al país, especialistas para llevar a cabo una investigación y se espera un informe preliminar la semana entrante.

Mientras tanto, las morgues llenas de cadáveres irreconocibles.

“Hágaze justicia aunque el mundo perezca” esas palabras están escritas a la entrada del presidio.

Artículo en inglés