Lo más trágico del incendio que en una discoteca brasileña mató a más de 230 personas es que pudo haberse evitado completamente si la banda no hubiera querido ahorrarse un puñado de dólares.
Informa Bradley Brooks de la Associated Press que la policía de XX ha dicho que la banda, Gurizada Fandangueira, intencionalmente compró luces de bengala para usos en exteriores, por cuestan únicamente US$1.25 cada una, mientras que las que pueden usarse adentro cuestan US$35.
“La antorcha encendida era para uso exclusivo al aire libre, y las personas que las encendieron lo sabían”.
Se cree que una chispa de una de las bengalas encendió la espuma aislante que cubre el techo.
Después de que el único extintor de fuego (debía por ley haber no menos de cuatro) no funcionó bien, se esparcieron las llamas, que produjeron humo tóxico y espeso.
Dice que había entre 1,200 y 1,300 personas en la discoteca llamada Kiss, un sitio con capacidad para 700.
La gente corrió a los baños porque de ahí era la única luz que alcanzaban a ver.
Solo había una salida a la discoteca.
La cifra de muertos en la localidad de Santa María, estado brasileño de Río Grande del Sur, se elevó ayer a 234, y más de 120 personas permanecen hospitalizadas por inhalación de humo y quemaduras, con decenas de ellos en estado crítico, informó la AP.