Con informes de que 400 niños indocumentados han sido detenidos por las autoridades de inmigración en Arizona, se ha visto nuevamente en EUA la caótica descomposición del sistema migratorio del país.
Las posibilidades de una reforma humana y eficiente no parecen ir a ningún sitio simple y llanamente porque los políticos no lo permiten.
Esta noticia opaca el anuncio sobre los 270,000 empleos agregados el mes pasado, que pone al país donde estaba en el 2009. Se han recuperado, dicen los informes, los 9 millones de empleos perdidos durante la Gran Recesión.
Pero aunque sonemos como los aguafiestas, recordamos que se necesitan todavía 7 millones más para compensar por el crecimiento de la población.
Además, quedan 92 millones de personas excluídas de la fuerzas laboral, y al ajustarse para la inflación, los salarios por hora son de hecho más bajos que cuando el desastre comenzó.
Por no decir que la gran mayoría de los empleos han tenido lugar en el sector de la comida rápida, el que peor paga en la economía.
Ni tampoco recordar que durante este periodo la desigualdad en salarios entre el CEO y sus empleados aumentó de 181 a 257.
Esta misma semana, con el presidente en Europa en medio de las conmemoraciones de 70 años del Día D, soplaron de nuevo vientos de la Guerra Fría con aumentos en la tensión entre Rusia y Europa sobre Ucrania.
Todo en torno a un problema que agravaron Europa y EUA cuando decidieron que había que promover el Maidán el otoño pasado.
Y hablando de guerra, siguen los problemas sobre el conflicto más largo en la historia de EUA: Afganistán.
Explotó un mierdedero sobre el intercambio del soldado Bowe Bergdahl la semana pasada por cinco presuntos terroristas detenidos en Guantánamo.
Por obra y arte de la polítiquería, estos detenidos en Guatanamo adquirieron el rango de “temibles comandantes” ante la prensa y los comentarios de ultraderecha y Bergdhal, capturado en el 2009 y quien no hace mucho fuera considerado un héroe de guerra por ellos, ahora es considerado un desertor y muchos han pedido un consejo de guerra.
Todo esto mientras EUA (igual que el resto del planeta) se apresta para ver el mundial de fútbol, en medio de protestas en Brasil contra la pobreza y serias acusaciones a la FIFA que van desde sobornos hasta el arreglo de partidos.
