Debate_en_BrooklynEl cansancio físico, y la creciente animosidad entre ambos candidatos por la nominación demócrata fueron visibles en el noveno debate entre Hillary Clinton y Bernie Sanders, en Brooklyn.

Fue un debate más intenso que los anteriores, léase agresivo, en el que en varias ocasiones los candidatos gritaron sus respuestas.

¿Quién ganó? A estas alturas, con solo días antes de la elección primaria en New York, realmente no importa. Los partidarios de Hillary Clinton dicen que fue ella; lo mismo aseguran los del campo del socialista, quien ha embarcado para el Vaticano a participar en un simposio sobre asuntos económicos.

Desde el primer momento, y hasta sus palabras con que cerró, Bernie Sanders vinculó a Clinton con los intereses corporativos y lo que él llama la corrupción que el dinero ha causado en la política de EUA.

Clinton, por su parte se presentó nuevamente como la continuación de Barack Obama con una sola excepción: Libia, donde dijo que la decisión de participar en la fracasada invasión fue del presidente.

Sobre el medio oriente, Sanders denunció la invasión en 2003 de Irak, uno de los peores errores en política exterior de EUA en su historia reciente, afirmando que la decisión de Clinton como Secretaria de Estado de invadir en 2011 era parte de sus errores de juicio.

Clinton también se mostró adepta a responder con otra pregunta de otro tema a las preguntas del panel compuesto por Wolf Blitzer y Dana Bash de CNN y Errol Louis de NY1.

Cuando Dana Bash preguntó por qué ella se sigue negando hacer públicas las transcripciones de los discursos a Goldman Sachs uno de los bancos más grandes del país y responsable parcial por la recesión de 2008, y por los que ell recibió US$750,000, ella dijo que Sanders debería hacer pública su declaración de impuestos. Evadió el tema.

En un intento por mostrar que ella no está vinculada con los intereses de las finanzas, Hillary Clinton dijo que ella “ha criticado” a Wall Street. Respuesta de Sanders: “Estoy seguro que eso los aplastó”, dijo con sarcasmo el candidato.

En un estado donde el voto judío es alrededor del 16%, Sanders mantuvo firme su posición crítica hacia el estado de Israel, repitiendo que la respuesta en Gaza fue fuera de proporción y cauó enorme sufrimiento. Reiteró que cualquier solución en el conflicto entre Israel y los palestinos requiere ciertas concesiones a estos últimos.

Clinton, por su parte, se negó a criticar a Israel.

Otro punto de contención fue respecto al movimiento por un alza del salario mínimo a US$15 la hora. Mientras que Hillary Clinton elogió la medida, Sanders le recordó que hasta hace poco ella decía que bastaba con US$12.

A través de sus respuestas en las dos horas del debate, Clinton enfatizó dos puntos. Que en muchos casos, la realidad se impone sobre los sueños y muchas de las propuestas de Sanders no son reales. “Describe bien el problema pero la solución no es real”.

También, Hillary Clinto mostró un apto conocimiento de las técnicas de debatir, en las que evade una pregunta, formula otra, y abunda sobre el tema.

Por su parte, el socialista mantuvo firme en sus posiciones vinculando a Hillary con lo que el llama el mundo corrupto del dinero en la política, el establishment.

La elección primaria en el estado de New York es cerrada, es decir solo pueden votar las personas inscritas en el partido Demócrata. Ello puede beneficiar a Hillary Clinton, que goza del apoyo de la poderosa maquinaria del partido.