Invasión humanitaria a Cuba

Otro punto de vista sobre las movilizaciones en Cuba

Las imágenes han recorrido el mundo: Marchas contra el gobierno en las principales ciudades de Cuba, las autoridades reprimiendo a los manifestantes, detenciones de ciudadanos, acusaciones de desapariciones; al mismo tiempo, centenas de miles en Cuba defendiendo el gobierno. Mientras tanto, desde la Florida voces del exilio se relamen, denuncian al gobierno y, en algunos casos, exigen de Washington una intervención militar.

Los principales medios de EUA transmiten el mismo mensaje: Cuba está al borde de una explosión social y política que podría derrocar al gobierno. 

Como en toda crisis política, la verdad está en boca de quien la proclama.

Existe, sin embargo, otra dimensión a toda esta agitación política, señala nuestro amigo y lector AY, quien nos remite una serie de materiales. Uno de ellos es la nota “Cuba Defendida”, que publica Jornada en México. El autor, José Ernesto Nováez Guerrero, es uno de los miles de cubanos que escucharon el llamado de marchar en defensa de la revolución. 

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“Los cubanos vivimos la jornada del 11 de julio con asombro, tensión e incertidumbre. Lo que inició con una protesta en el municipio de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, se extendió rápidamente por el país, llevando a que muchos saliéramos a las calles para defender proyectos de país muchas veces contrapuestos”.

“Entender los sucesos en toda su complejidad resulta fundamental para el futuro de la isla. Lo ocurrido evidencia fracturas y retos que es necesario, como pueblo, asumir y resolver para evitar escenarios de una mayor escalada de tensiones.

“En primer lugar está la crisis económica y sanitaria generada por la pandemia del Covid-19 a escala mundial y que ha golpeado duramente a todas las economías, en especial a las más pobres. En Cuba, con una economía constantemente tensionada por el bloqueo de Estados Unidos y un subdesarrollo estructural que no ha sido posible superar, ese impacto se ha visto reforzado.

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“Con los años se ha ido acrecentando y perfeccionando el mecanismo de sanciones orientadas a ahogar cualquier vía de liquidez para la economía cubana. Estas medidas, cuyo carácter extraterritorial Cuba y la Asamblea General de Naciones Unidas han condenado en numerosas ocasiones, contribuyen a dificultar significativamente la dinámica interna del país, sirviendo como aliciente para crear insatisfacción social.

“La irrupción de las redes sociales en la cotidianeidad de los cubanos aporta otro elemento a esta estrategia de subversión. Dichas redes son empresas privadas capitalistas con claros compromisos ideológicos con la élite mundial, son actores políticos de subversión probados en numerosos escenarios internacionales. Baste recordar su papel en las revoluciones de colores o en la llamada primavera árabe. En nuestro continente podemos destacar su función en el golpe de Estado en Bolivia en 2019.

El analista español Julián Macías Tovar demostró cómo se construyó y magnificó mediante bots la etiqueta SOSCuba, involucrando a famosos y logrando generar estados de opinión que promovieran la inestabilidad en el país. También se han usado intensivamente fake news y fotos y videos orientados a crear la matriz de que existe una gran inestabilidad interna y que la policía ha sido represiva. En esta campaña de asalto simbólico lo menos importante es la verdad, sino el rédito a corto plazo en materia de lograr acciones y reacciones en lo nacional e internacional.

“En este sentido, se pretenden manipular los hechos recientes para colocar en la agenda política estadunidense el tema de una invasión militar “humanitaria”, apelando a un supuesto colapso interno.

“Para los cubanos en la isla lo ocurrido el 11 de julio plantea retos y contradicciones que debemos resolver como sociedad para garantizar un desarrollo armónico. El más importante es cómo lograr mayor grado de democracia y participación popular sin fracturar la unidad nacional, que tan importante ha sido para enfrentar la agresión constante de EU. Y cómo extensión de este, está el de cómo construir sólidos vínculos entre la nación y la emigración, de forma tal que esta última no acabe actuando como instigadora de la agresión y persecución en contra de su país natal.

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Por otro lado, Telesur entrevista a Macías Tovar. Abajo la puedes escuchar.

“El día 9 de julio se lanzan cientos de miles de tuits; el día 10 se lanzan 500,000 tuits” y, según su análisis, lo que se planteaba era el reclamo por una supuesta crisis sanitaria, utilizando la etiqueta SOS Cuba.

“Sorprende un poco que esto sea el disparador para lo que pasó. En esta segunda fase, que fue de manera automatizada, en muchos casos (se usaron) cuentas recién creadas, mencionando a artistas de todo el mundo para que participaran” en la campaña, precisó.

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