EUA ha dejado de ser una nación de optimistas para convertirse en un país de gente iracunda con la situación económica, culpando tanto al presidente Obama como a los republicanos por ella, y pidiendo abrumadoramente que se aumenten los impuestos a los más ricos para equilibrar el presupuesto, señala una nueva encuesta publicada en Daily Beast.
Estos nuevos niveles de ira en la población, dice la encuesta, afectan la totalidad de sus vidas: en el empleo, en la casa, en la cama. Algunos incluso dicen estar furiosos con Dios.
Los precios de la gasolina y la alimentación están por los cielos, el mercado de bienes raíces (donde la mayoría del país tiene su dinero invertido) están yéndose a pique. Y el paro sigue: ahora esta semana se anunció que había aumentado al 9.1 por ciento.
Escribe Douglas Schoen en Daily Beast que las tres cuartas partes de las personas encuestadas consideran que el país va por mal camino.
Sobre Obama, dice el 50 por ciento que no tiene plan para equilibrar el presupuesto.
Sobre los republicanos, dice el 58 por ciento que se limitan a culpar a Obama sin presentar propuestas positivas.
Para equilibrar el presupuesto, el 68 por ciento aprueba la idea de aumentar los impuestos de los estratos más ricos de la nación.
El 52 por ciento dice preocuparse por su propia situación económica; el 48 dice angustiarse por ella, el 44 dice estar molesto y el 30 por ciento está furioso. No están durmiendo y hasta han tenido problemas con la disminución del deseo sexual, el 63 por ciento.
Otras preocupaciones que menciona la encuesta de Daily Beast: jubilación; educación universitaria de los hijos, 45 por ciento; dinero para fundar una familia, 31 por ciento; comprar su propia casa, 29 por ciento.
En pocas palabras: la gente está encojonada.
