Lo llaman “Knockout Game” y ha estado en titulares recientes de varios centros urbanos estadounidenses.
Pero de juego no tiene nada.
Es violencia de la más burda, que si hasta el momento no ha matado a nadie, tiene todas las posibilidades de hacerlo.
Consiste en encontrar a un incauto por una calle, llegarle por detrás y sin razón alguna asestarle un golpe brutal.
A ese golpe lo llaman el “one-hitter-quitter”. Es decir noqueado de una.
Al acto criminal no se escapan ni las personas mayores, ni las mujeres: Los matones agreden a quienes se les de la gana darles.
Debido a que muchas víctimas han sido judíos, asiáticos, homosexuales en algunas ciudades como New York se les considera un crimen de odio.
Knockout para algunos jóvenes es un juego; para el resto de nosotros un crimen.
Foto cortesía N. Feans via flickr