“Otra batalla, otra retirada caótica para las fuerzas del gobierno de Irak, quienes abandonaron sus posiciones en Ramadi, capital provincial de la provincia de Anbar, no obstante el apoyo de la aviación estadounidense y un llamado de último momento del primer Ministro Haider al-Abadi a sus soldados de ‘mantener sus posiciones'”.
Esto escribe Jamie Dettmer en The Daily Beast sobre los combates que el pasado fin de semana resultaron en serios logros militares para los extremistas musulmanes de ISIS, conocido como el Estado Islámico, en Irak.
La Associated Press informa que unas 8,000 personas han abandonado la ciudad de 850,000 y hasta 500 personas han sido ejecutadas, sus cadáveres siguen tirados por la calle.
Aquellos funcionarios de EUA que creen que ISIS está siendo derrotado viven lejos de la realidad, sostiene.
“Cada vez que de los militantes sufren un revés, rebotan inmediatamente”, agrega.
Sólo horas antes de la caída, el gobierno de Bagdad envió refuerzos para tratar de contener lo que era un contragolpe montado por los militantes del autoproclamado Estado Islámico, antes conocido como ISIS, a su derrota en Tikrit hace apenas unas semanas. Tikrit, en la vecina provincia de Salahaddin, fue la primera ciudad importante perdida por ISIS hecho que fue aclamado por EUA y los líderes iraquíes, como el inicio en serio retroceso de los militantes.
Dice The Daily Beast que la situación está bastante distante del optimismo proyectado por el estado mayor estadounidense.