Presentamos a Lana Sator: una de las muchacha más cojonudas que podamos imaginar.
Se coló en una fábrica de cohetes militares rusos del complejo NPO Energomash en las afueras de Moscú. Y tomó una impresionante serie dentro de la instalación, que, aunque parezca un cementerio de chatarra de Star Wars, funciona todavía.
Ahora, como vemos en su página web, las autoridades rusas le han escrito una carta poco agradable en la que la amenazan — y dicen que “las cosas se pondrán peores si sigue colgando fotos en internet”.
Pero ello la mantiene desafiante.
Cuenta Jesús Díaz en Gizmodo, que Lana entró como Pedro por su casa. Cruzó una cerca y llegó al complejo mediante túneles y desagües (aquí hay más fotos: es como una ¡película!).
Con una facilidad asombrosa y más aún si se tiene en cuenta que allí se prepara combustible líquido para los cohetes del mundo.
Agrega Gizmodo que, “Sus motores propulsan el Soyuz moderno, el Zenit 3SL, y los vehículos de primera etapa Angara y Baikal. Su motor RD-180 propulsa la primera etapa del Atlas V un cohete estadounidense. Lo más importante es que tienen lazos con el ejército ruso”.
Llama la atención lo vacías que están las plantas: ni un solo guardia de seguridad.
Si algo puede decirse de esta talentosa fotógrafa (porque la calidad de las fotos es impresionante) es que es mucho más valiente que cualquiera: ¡dan ganas locas de ir a conocerla en persona!
¡Enhorabuena muchacha!
