“Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir”, ha dicho este miércoles Juan Carlos Borbón tras recibir el alta hospitalaria de los facultativos que le han atendido en el hospital USP San José, según la agencia EFE.

De qué se disculpa, ¿de haber matado elefantes? ¿Por humillar internacionalmente a sus súbditos?

¿Será que es posible que un día crea que está bien matar cobardemente un animal — y pagar una suma astronómica por hacerlo — y que al día siguiente cambie de parecer?

Perdón por nuestro escepticismo sobre las palabras reales.

Algo nos dice que podría ser un intento por salvar cara ante el repudio universal que produjo ese acto de lesa majestad contra el reino animal.

Porque cualquiera que conozca el mundo actual bien sabe que lo único más anacrónico que un ser humano que se llame rey es que este ser humano salga a matar animales. Eso sencillamente no se hace más.

Es burdo, ordinario, de mal gusto, por no decir brutal. Poco civilizado.

Pero si Juan Carlos Borbón realmente siente haber matado paquidermos, hay una manera de redimirse: que vaya a un refugio a ayudar a estas nobles e inteligentes bestias

Que le den una palita y comience a limpiar estiércol de paquidermo, llevarles agua, lavarlos, en fin ayudar a estas majestuosas bestias de las que al menos mató a una.

Carlos F. Torres, New York, 18 de abril del 2012

[vsw id=”uyT1MIi-UUI” source=”youtube” width=”425″ height=”344″ autoplay=”no”]