Human Rights Watch, la prestigiosa organización defensora de los derechos humanos, ha declarado que el juicio y la condena del ex presidente egipcio, Mohamed Morsi, fue “gravemente deficiente” y probablemente perseguía motivos políticos.
Morsi fue condenado a 20 años de prisión junto con otros 12 miembros de la Hermandad Musulmana bajo cargos relacionados con la violencia, secuestros, tortura y muertes de manifestantes en 2012. Morsi fue derrocado por el ejército a mediados de 2013, y el general Abdel Fattah al-Sisi ocupó el poder, temporalmente y, al cabo de unos meses, mediante una elección asumió la presidencia.
Según Human Rights Watch, Morsi fue encarcelado durante semanas sin cargos, y el juicio se basó principalmente en el testimonio de los militares y la policía. El abogado defensor de Morsi sólo pudo visitarlo una vez.
