Julian Assange, fundador y portavoz de WikiLeaks la organización que ha divulgado cientos de miles de documentos secretos del gobierno de EUA, se entregó a las autoridades en Londres para enfrentar acusaciones de asalto sexual en Suecia.
Las acusaciones surgen de dos incidentes que tuvieron lugar en Suecia donde Assange estuvo en agosto. El admite haber tenido relaciones con las mujeres pero dice que fue con acuerdo mutuo. En varias ocasiones ha dicho que esperaba “trucos sucios”.
Según un mensaje via Twitter, WikiLeaks seguirá funcionando mientras su dirigente aborda su situación legal. “Las medidas contra nuestro editor en jefe no afectarán nuestra operación: divulgaremos más cables esta noche como de costumbre”.
Pero para WikiLeaks es más fácil decirlo que realizarlo, dado que la presión de organismos del gobierno estadounidense sobre la organización la han limitado seriamente.
Informan Alan Cowell y John F. Burns en el New York Times que, “El arresto de Assange se produjo en medio de los ataques contra el funcionamiento de WikiLeaks, cuando Amazon.com y PayPal.com, las empresas que les proveían servidores de computador, han suspendido la cooperación comercial con ellos”.
Agregan que un un banco suizo congeló una cuenta que mantenía Assange para recoger donaciones para WikiLeaks.
Agrega el Times que el australiano de 39 años no se ha cruzado de manos. Días antes de su detención había anunciado que había enviado más de 250,000 cables en forma cifrada a más de 100,000 personas alrededor del mundo. La información saldría automáticamente si algo les fuera a suceder.
WikiLeaks también divulgó una lista de sitios alrededor del mundo, desde una hidroeléctrica en Canadá a una fábrica de vacunas en Dinamarca, que EUA considera clave para la seguridad nacional. Las autoridades estadounidenses temen que esta información caiga en manos de grupos terroristas.
El artículo del Times también discute las dificultades legales que enfrenta el gobierno de EUA para formular cargos contra Assange y poderlo enjuiciar.
