FreedomEl Día de Acción de Gracias es una de las fiestas familiares más grandes de EUA — se calcula que este años unas 43.4 millones de personas viajarán más de 50 millas para celebrar con los suyos.

Jill Scott, en una nota en el New York Times, pinta un fascinante cuadro sobre la familia estadounidense actual — no aquella que idealizara Norman Rockwell en su famosa pintura “Freedom from Want”.

Son cambios rápidos y profundamente radicales, dice, que se manifiestan por la diversidad étnica, racial, religiosa y “estilística”.

En números crecientes, negros se casan con blancos, ateos se casan con bautistas, hombres se casan con hombres y mujeres con mujeres, demócratas se casan con republicanos y comienzan programas de televisión. Buenos amigos se integran como parte del movimiento de “parientes voluntarios”, compartiendo directivas médicas, testamentos, incluso  adoptándose legalmente unos a otros.

Hay personas solteras que viven solas y se consideran familias de uno — “más generosas y con mayor conciencia cívica que los llamados ‘casados codiciosos'”.

Agrega que la tasa de natalidad del país es la mitad de lo que fue en 1960.

Menos mujeres hoy día son madres, y las que lo son son más jóvenes y tienen menos hijos: un promedio de dos hoy día, comparado a tres en la década del 1970.

La población envejece.

Sin embargo, dice, en medio de todos estos cambios sigue vivo el concepto del matrimonio. Los estadounidenses se casan y divorcian más que ninguna otra nación, EUA gasta US$70 mil millones al año en matrimonios.

Otro fenómeno reciente es el “gayby”: Niños con padres del mismo sexo.

Algunos cálculos dicen que unos dos millones de niños en EUA — o uno de cada 37 menores de edad — podrían vivir en hogares de uno o dos padres homosexuales. 

Sobre estos últimos, destaca la estabilidad de los matrimonios homosexuales entre hombes con hijos. Una investigadora dijo que en los 14 años estudiando este tipo de pareja, “Me sorprendí al enterarme que ninguna de las parejas de hombres con niños se había separado, ni una sola”.

También menciona el impacto que en las familias tiene el gran número de padres encarcelados, siendo EUA el país con mayor porcentaje de su población presa.

Y todo esto, señala Jil Scott en su nota, tiene lugar a una velocidad nunca antes vista en la historia.

Artículo en inglés