Kama Harris
Via CNN

Desde un comienzo Kamala Harris puso a Mike Pence contra las cuerdas con una denuncia del fracaso en controlar la pandemia por parte de la administración que defendía el vice presidente.

Separado de su adversaria por una barrera de plexiglass, Pence respondió en lo que no fue más que un vano intento de maquillar una sus incapacidades, que han resultado en más de 210,000 muertos, millones de infectados, incluyendo el presidente, su esposa, miembros de su gabinete. Y el país más rico del mundo desprotegido.

Kamala Harris tenía que ser muy cuidadosa — no tanto en lo que decía sino cómo lo decía. EUA es una nación racista y machista en donde los medios, por progresistas que se presenten, no toleran cuestionamiento del estatus quo.

El concepto de una “Mujer negra furiosa” (An angry black woman), es un coco con el que vienen asustando a la sociedad blanca.

Por esta razón, Susan Page, la moderadora y jefa del buró de Wasington D.C. de USA Today, permitió que, en violación de las normas del debate, Pence interrumpiera a Harris, prolongara sus comentarios.

Harris no lo hizo, sino que optó más bien por permanecer en silencio algunas veces.

Aún así, fue sacando uno por uno los puntos por los que los demócratas creen que merecen reemplazar a Trump.

Sobre el racismo, recordó a la audiencia que Trump en el debate pasado se pronunció a favor de los grupos de supremacistas blancos.

Sobre la brutalidad policial, discutió los asesinatos en Louisville de Breonna Taylor, y George Floyd, en Minneapolis.

Sobre la economía, mencionó que Trump protege los intereses de los millonarios, y no los de los estadounidenses de a pie.

“Más de 210,000 estadounidenses han fallecido. Más de 7 millones han contraído esta enfermedad. Casa 30 millones han solicitado beneficios de desempleo. Uno de cada 5 negocios corre el riesgo de cerrar. Y esta administración todavía no tiene un plan”.

Sobre la salud, denunció que en medio de una pandemia, la administración ha llevado a la Corte Suprema de Justicia un caso que busca eliminar el sistema de salud Obamacare.

Sobre la Corte Suprema, corrigió a Pence al mencionar que Abraham Lincoln se había negado a llenar un vacante en la corte: ¡Por ser temporada electoral!

Sobre el clima, recordó que la administración Trump no cree en la ciencia y se niega a tomar en serio las recomendaciones de científicos sobre el calentamiento global.

Sobre la transparencia del gobierno con sus ciudadanos, enumeró casos en que el presidente ha mentido, no solo en cuanto a la economía, sino también sobre la pandemia.

Mike Pence, sin energía, con una aparente infección en un ojo y una mosca que permaneció sobre su cabeza durante 10 minutos seguidos, defendió lo mejor que pudo a la administración Trump.

Empleó un lenguaje endulzado propio de un adulador, en lo que repetía palabra por palabra los puntos del partido republicano. Describió un mundo inexistente, en el que EUA lidera, la ciencia avanza, las oportunidades abundan y la mayor parte de los ciudadanos disfrutan su prosperidad.

Llegando al fin del encuentro, Mike Pence evitó por completo responder lo que haría si el presidente Donald Trump pierde las elecciones y se niega a renunciar.

Desde fines del mes pasado, el presidente se ha negado explícitamente a comprometerse con una transferencia pacífica del poder. En el debate de la semana pasada, Trump nuevamente se negó a afirmar que aceptaría el resultado de las elecciones en caso de que terminara perdiendo, en lugar de eso, socavó la confianza del público en el proceso de votación al declarar que debido a la votación por correo, las elecciones de 2020 “serán un fraude como nunca lo has visto “.

Esta noche, Pence dijo primero que cree que su partido ganará la reelección, acusando después a los demócratas de no aceptar el resultado de las elecciones de 2016, al lanzar la investigación de Rusia y el juicio político al presidente. Después de señalar que la ex candidata presidencial demócrata Hillary Clinton aconsejó a Joe Biden que no debería ceder en la noche de las elecciones si los resultados son cercanos, Pence reiteró que cree que Trump sería reelegido.

“El presidente Trump y yo luchamos todos los días para evitar que Joe Biden y Kamala Harris cambien las reglas y creen una oportunidad masiva para el fraude electoral”, concluyó. “Si tenemos unas elecciones libres y justas, tendremos confianza en ellas”.

Es muy probable que en dos semanas nadie (fuera de los candidatos y sus familias) recuerden que aconteció. En todo caso, fue una noche histórica. Es solo la tercera vez que una mujer participa en un debate por la presidencia. La primera que esta mujer es negra.

La noche fue de Kamala Harris.