EUA entera observa a Bill de Blasio, alcalde entrante de New York City, que ha comenzado su mandato con el nuevo año.
Fue elegido al frente de una plataforma progresista que pide, entre otras demandas, aumentos en los impuestos para los ricos, beneficios laborales para los obreros menos remunerados y guarderías infantiles para todos.
En repetidas ocasiones ha denunciado que bajo Michael Bloomberg New York se ha convertido en una ciudad para los super ricos y el sector financiero de Wall Street.
Su entrada marca un cambio radical con las últimas décadas en la Gran Manzana.
La alcaldía de New York es el segundo cargo más importante en EUA después de la presidencia.
De Blasio, quien trabajó para el alcalde demócrata David N. Dinkins conoce en carne propia los problemas que puede enfrentar una administración progresista, escribe Michael M. Grynbaum en el New York Times.
Las olas de delincuencia y tensiones raciales que plagaron la administración del Dinkins empujaron a los demócratas a un aislamiento político de la ciudad durante dos décadas, a medida que los largas mandatos de Giuliani y Bloomberg marcaron el comienzo de una era ejecutivos con una rígida y pura mentalidad empresarial en el Ayuntamiento.
Para los alcaldes liberales del New York, reputaciones de mala gestión y corrupción les han perseguido por años.
Comenta al Times Katrina vanden Heuvel, editora de la revista The Nation. “Tengo la sensación de que él tiene toda la intención y un compromiso pleno en demostrar que se puede construir este nuevo modelo de gestión municipal […] Tiene que cumplir, y él lo entiende”.
Mucho está en juego tanto en New York como el resto del país.
Más información en inglés New York Times
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