A la vez que eran juzgados por sus crímenes cometidos durante la Segunda Guerra mundial en los Juicios de Nuremberg, los 24 nazis de mayor rango también estudiados por los principales psicólogos norteamericanos que intentaban averiguar las raíces de su maldad.
Thomas Harding, cuyo tío abuelo, Hanns Alexander rastreó y atrapó al Kommandant de Auschwitz, Rudolf Höss, comenta en The Daily Beast sobre algunas de las conclusiones de esta investigación.
El 15 de abril de 1946, Rudolf Höss rindió su testimonio en Nuremberg, hablando con candor y proporcionando detalles sobre la mecánica de la llamada solución final.
El New York Times calificó el testimonio de Höss como el “contundente clímax del caso”. El Times de Londres dijo del testimonio firmado por Höss que, “sus terribles implicaciones deben superar cualquier documento jamás escrito”.
Parte de lo que más impactó a los psicólogos, dice Daily Beast, fue la tranquilidad — la ausencia total de emoción — con que habló Höss.
Gustave Gilbert, author en 1947 del libro Nuremberg Diary, entrevistó al Kommandant.
Gilbert pidió un breve resumen de la carrera, y Höss admitió en un tono carente de emoción que había sido responsable de la muerte de más de dos millones y medio de judíos.
El estadounidense preguntó cómo era posible matar a tanta gente. “Técnicamente”, respondió Höss, “no fue tan difícil — no habría sido difícil de exterminar a un número aún mayor”. Gilbert luego lo presionó buscando una respuesta emocional, pero Höss continuó en un tono similar: “En aquel momento no había que tener en consideración consecuencias. No se me ocurrió que iba a ser responsable. En Alemania se entendía que si algo salía mal, entonces el hombre que había dado las órdenes era el responsable”. Gilbert empezó a preguntar: “¿Pero qué pasa con el ser humano” antes de que Höss interrumpiera. “Eso no se me ocurrió”. Después de unas cuantas preguntas más, Höss dijo: “Supongo que quieres saber de esta manera si mi pensamiento y hábitos son normales”. “Bueno, ¿qué dice?” preguntó Gilbert. “Soy completamente normal”, dijo Höss. “Incluso mientras estaba haciendo el trabajo de exterminio, llevaba una vida familiar normal”.
El psiquiatra del ejército de EUA, el Mayor Leon Goldensohn, también entrevistó a Höss. Estos materiales se publicaron postumamente en el 2005 en el volumen The Nuremberg Interviews.
Cuando llegó a la celda, Goldensohn encontró al prisionero con una pipa en los labios, sentado en el borde de su catre, con los pantalones enrollados, remojando sus pies en una tina con agua tibia.
A través de un intérprete, Goldensohn le preguntó cómo se sentía mentalmente. Rudolf Höss respondió: “Me siento menos nervioso que antes”. Le preguntó entonces si le molestaba lo que había hecho en Auschwitz. “Pensé que estaba haciendo lo correcto”, dijo Höss. “Yo estaba obedeciendo órdenes, y ahora, por supuesto, veo que no era necesario y estuvo mal. Pero yo no sé lo que quiere decir con que me molesten estas cosas porque yo personalmente no asesiné a nadie. Yo era el director del programa de exterminio de Auschwitz. Fue Hitler quien ordenó a través de Himmler y Eichmann fue quien me dio las órdenes relativas a los transportes”.
Ante la pregunta si tenía pesadillas, imágenes de los muertes, las cámaras, las incineraciones, Höss respondió. “No, no tengo tales fantasías”.
Agrega Daily Beast que la misma hija de Höss dijo que fue magnífico padre, cariñoso con ella.
Mientras que los psicólogos del ejército de EUA consideraron que Höss (y los otros sindicados de Nüremberg) fue un psicópata y desquiciado mental, Hannah Arendt, autora, investigador y cineasta, dice que no eran monstruos. Fueron hombres y mujeres comunes y corrientes que tomaron unas decisiones cuyas horribles consecuencias no quisieron aceptar.
Es lo que llama la “banalidad del mal”, que no resulta de una enfermedad mental sino de no pensar lo suficiente.
Es una conclusión espeluznante, dice en The Daily Beast Thomas Harding , quien sugiere que gente común y corriente tiene la capacidad de cometer este tipo de atrocidades.
Foto (arriba) Wikipedia
Foto (abajo) Jewish virtual library
