Andy Cush, de Gawker, publica esta nota sobre la irónica ignorancia del racismo.
Cuando en la década de 1930s, los nazis en Alemania buscaban el “bebé ario perfecto”, un fotógrafo envío la foto de una bebé que él había retratado. El sabía que la niña era judía, pero lo hizo con la finalidad de mostrar las ridiculeces del concepto de una raza superior.
Hessy Taft, la bebé ganó, su foto salió en portadas de revistas y con la llegada de los nazis al poder la familia vivió bajo el temor de que fueran descubiertos.
Tuvieron la buena fortuna de sobrevivir el holocausto, huyendo de país en país hasta llegar a EUA.
Ahora, Hessy Taft es profesora de química en New York, y ha regalado la foto al Yad Vashem Holocaust Memorial.
Foto via Gawker
