Informa Mike Isaac en el New York Times. SAN FRANCISCO — En una conferencia de tecnología celebrada a mediados de 2014, Sergey Brin, uno de los fundadores de Google, presentó el primer prototipo de un vehículo autónomo diseñado por esa compañía. En la audiencia estaba Travis Kalanick, director ejecutivo de Uber, la gran empresa de transporte privado.
En su presentación en el Rancho Palos Verdes, California, Brin mostró el video de un vehículo compacto autónomo que daba vueltas alrededor de un estacionamiento y, según dos personas, eso sacudió a Kalanick. Google, el gigante de las búsquedas en internet, que por mucho tiempo fue considerado un aliado de Uber, ahora parecía entrar a competir en el negocio del transporte. Aunque Uber era un fenómeno que crecía con gran fuerza, no había entrado al campo de la experimentación de los autos autónomos que podría cambiar el futuro del transporte.
Así que Kalanick pasó gran parte de 2015 atacando a la división de ingeniería de Google. Para aprender sobre esa tecnología entabló amistad con Anthony Levandowski, un ingeniero de vehículos autónomos en “G-co”, el nombre con el que Kalanick se refiere a Google.
A menudo hablaban durante horas sobre el futuro de la conducción y se reunían en el Ferry Building de San Francisco para caminar varios kilómetros hasta el Golden Gate, según cuentan dos personas allegadas a los ejecutivos que pidieron el anonimato porque no estaban autorizados a hablar del tema.
La amistad terminó convertida en una asociación. Levandowski dejó Google el año pasado para formar Otto, una empresa de camiones autónomos que, a los pocos meses, fue comprada por Uber por casi 700 millones de dólares. Posteriormente, Kalanick puso a Levandowski al frente de la investigación autónoma de vehículos en Uber.
Esta relación ha desencadenado una reacción legal por parte del negocio automotriz de Google, llamado Waymo, que acusa a Levandowski de crear a Otto como un frente para robar los secretos comerciales de Google y luego usar esos hallazgos en los vehículos autónomos de Uber. El lunes, un juez federal de San Francisco le prohibió a Levandowski trabajar en un componente crucial de la tecnología autónoma de Uber mientras dura el proceso legal.
Imagen: NYT