Con solo imaginar la situación de Judy Sánchez nos da taquicardia: las 6:04 am ya casi hora de levantarse para comenzar el día.
En ese instante, escucha el ruido de una motosierra que destruye la puerta de entrada su apartamento en Fitchburg, Massachusetts.
Aterrada, al cabo de unos instantes, según informa Jim Armstrong de CBS Boston, se abren las puertas y escucha el ruido de un arma de fuego, seguido de órdenes policiales.
Irrumpen 10 agentes armados que, apuntándole con sus armas, la dicen que se tire al piso.
Le ordenan luego que controle el perro: un cachorro de 3 meses que se había orinado del susto.
La obligan a quedarse en el suelo, amenazada con armas, sobre los orines del perro, mientras en la habitación de al lado su hija a gritos pide a su mami.
Pasados los 35 aterradores minutos, agrega CBS Boston, los valientes policías se dieron cuenta que habían cometido un error.
Judy Sánchez, que vive en el apartamento 2R con su hija, no era la persona correcta.
Las autoridades buscaban a un presunto vendedor de drogas residente del apartamento 2F.
Los agentes se disculparon, se marcharon y volvieron a hacer lo mismo en el apartamento correcto.
La investigación, apunta, llevaba dos años.
Horas después, dijo Judy Sánchez, llegó a su casa un agente que se disculpó a medias y le dijo que ellos iban a pagar por reparar la puerta.
