Guerra contra las drogasMillones de arruinadas. Cientos de miles de detenidos. Un sistema legal que no da abasto. Billones de dólares malgastados. Incontables muertos. Carteles. Corrupción. Estos son solo un aspecto de la llamada “Guerra contra las Drogas“, anunciada en 1971 por el entonces presidente Richard Nixon, e implementada desde entonces por cada uno de sus seguidores.

Y considerada como un fracaso total.

Ahora, explica Dan Baum en la revista Harper’s, nos enteramos que no fue sino un plan para poder reprimir a la oposición doméstica en EUA, en particular el movimiento contra la guerra y el movimiento afroamericano por la igualdad de derechos.

Baum entrevistó en 1994 a John Ehrlichman, asesor de Nixon y quien purgó año y medio en una cárcel federal por su complicidad en la olla podrida conocida como Watergate. Harper’s.

“¿Quieres saber de qué realmente se trataba?”, preguntó con la brusquedad de un hombre que, después de la vergüenza pública y un período en una prisión federal, tenía poco que proteger. “La campaña de Nixon en 1968, y la Casa Blanca de Nixon después, tenía dos enemigos: los izquierdistas del movimiento contra y los negros. ¿Entiendes lo que estoy diciendo? Sabíamos que no podíamos hacer que fuera ilegal estar en contra de la guerra o ser negro, pero al lograr que el público asociara a los hippies con la marihuana y a los negros con la heroína, y luego imponer fuertes penalidades, podríamos interrumpir estas comunidades. Podríamos detener a sus líderes, atacar sus hogares, romper sus reuniones, y vilipendiarlos noche tras noche en las en los noticieros. ¿Que si sabíamos que estábamos mintiendo sobre las drogas? Por supuesto que sí”.

Harper’s