Juan Tena, corresponsal en MADRID – Sobre la premisa de que la Defensa y la Seguridad Nacional constituyen dos áreas estratégicas para cualquier sociedad avanzada frente a las amenazas des guerras, terrorismo, crimen organizado o catástrofes y accidentes, ya sen naturales o provocados, la Fundación Cotec para la Innovación acaba de publicar el informe “Innovación en Defensa y Seguridad”. Un documento en el que expertos (militares y tecnólogos) subrayan la necesitad de disponer de medios cada vez más avanzados para, precisamente, hacer frente a esas situaciones y proteger sus esfuerzos en I+D e innovación,. Sobre todo a fin de garantizar la seguridad y la integridad física del personal de sus Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad.

El país de referencia, señala el informe es Estados Unidos, que en 2008 dedicaba el 56,6% de su gasto en I+D a defensa, Francia el 27,7%, Reino Unido el 21,8%, España el 15,3%, Suecia el 12,4% y la media de la UE de los 15 miembros, el 11,8%. A bastante distancia se encuentran otros países como Alemania, con un 6%, Japón (5,2%), Noruega (4,8%), Polonia (3,2%) o Finlandia (2,8%).

Estas inversiones, además de dar soporte al desarrollo de las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad, potencian la base industrial nacional en áreas tecnológicas que pueden generar actividades industriales y negocios con una elevada repercusión en economía del país y en su grado de competitividad mundial.

A fin de mostrar la importancia que este tipo de industria puede reportar, es por lo que la fundación COTEC se a atrevido a elaborar el citado informe . El cual fue presentado recientemente en Madrid en la que participaron el presidente de la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Aeronáutica y Espacio (TEDAE), Julián García Vargas, el general de División y director del Instituto Tecnológico La Marañosa, José Luis Orts, el experto en seguridad y defensa de la empresa pública ISDEFE (Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España), Carlos Marti, y el director General de la Fundación Cotec, Juan Mulet.

El director del Instituto Tecnológico La Marañosa, el general José Luis Orts, aseguró que “en España más del 90% de los desarrollos tecnológicos para la defensa tienen carácter dual, es decir, tienen aplicación en el sector civil, del mismo modo que la industria privada esta desarrollando cada vez más tecnologías que tienen aplicación en el sector de defensa”.

Por su parte, el presidente de TEDAE, Julián García Vargas, señaló que “la industria española de defensa, aeronáutica y espacio, representada por TEDAE, está compuesta por unas 75 empresas que dedican alrededor del 65% de su producción a la exportación y un 12% de su facturación a actividades de I+D+i. Estas empresas generan una facturación anual cercana a los 10.000 millones de euros y emplean de forma directa a más de 45.000 personas y a otras 25.000 personas de forma indirecta”.

En España, el Ministerio de Defensa y en menor medida el de Interior invierten de forma intensiva recursos en la obtención y modernización de sus medios, lo que se traduce en la dedicación de una parte muy considerable de su presupuesto a las actividades relacionadas con la investigación, el desarrollo y la innovación. Y es que la importancia social de la seguridad y la defensa hace que los estados estén dispuestos a mantener la capacidad y los medios necesarios para hacer frente a cualquier contingencia, aun sabiendo que precio final de los equipos y sistemas producidos es levado.

Según se recoge en el documento “Innovación en Defensa y Seguridad” existen posibilidades para la industria española en el sector de la defensa y la seguridad que pueden reforzar su competitividad y sus posibilidades de negocio. Las características avanzadas y la sofisticación de los sistemas dedicados a la seguridad y la defensa, en muchos casos superiores a los sistemas civiles, se consideran propicios para la creación de conocimientos, tecnologías y alta capacitación para el diseño y la producción en áreas tecnológicas muy diversas, como la electrónica, las tecnologías de la información y las telecomunicaciones (TIC), la biología, la química o los sistemas aerospaciales, entre otras.

Áreas tecnológicas

El documento recoge algunas de las principales áreas tecnológicas necesarias para la defensa y la seguridad, y en las que la innovación puede aportar más valor industrial y económico. Entre ellas cabe mencionar la aeronáutica, por su capacidad para situar con rapidez todo tipo de medios en la zona de operaciones. El armamento y materiales energéticos, que incluye las tecnologías relacionadas con la munición como cabezas de guerra, espoletas, pólvoras, explosivos, cañones, piezas de artillería y minas. Se trata de un área con pocas aplicaciones civiles donde los avances más importantes se sitúan en las ciencias de materiales.

El desarrollo de armas biológicas y químicas no es relevante en España dado que es signataria de diversos tratados para evitar su uso y proliferación. Sin embargo, los medios de defensa contra estas armas si son necesario ya que las Fuerzas Armadas y lo Cuerpos de Seguridad o los ciudadanos pueden ser víctimas de un ataque de este tipo de origen militar o terrorista.

La fabricación de componentes electrónicos si es, por el contrario, un área de enorme importancia para la seguridad y la defensa, por cuanto muchos equipos y sistemas contienen este tipo de componentes como, por ejemplo, los sistemas de mando, control, comunicaciones, inteligencia e información.

En sistemas terrestres el área más importante que trata el informe es la ingeniería mecánica relacionada con el vehículo y, en particular, el diseño de motores avanzados para su propulsión como, por ejemplo, motores híbridos (Diésel-eléctricos) y de vehículos no tripulados con capacidad de operar autónomamente, una tecnología que lidera el sector civil y cuyos progresos y desarrollos se aplican también al sector de la defensa y la seguridad.

“Innovación en Defensa y Seguridad”