Juan Tena, MADRID – El descubrimiento de un paisaje oculto tras una capa de pintura negra en la réplica de la Gioconda que tiene el Museo del Prado de Madrid, ha revelado que fue pintado al mismo tiempo que el original de Leonardo y en su taller. La copia del Prado se debe, según los expertos, a un alumno de Leonardo que podría ser Fernando Yañez de la Almedia o bien Fernando de Llanos. No todos los conocedores de la pintura de Leonardo están de acuerdo. Otros creen que Gioconda del prado podría haber sido pintada por Francesco Melzi o Gian Giacomo Caprotti da Oreno, llamado “ilSalaino”. Pero en este momento tal posibilidad está prácticamente descartada por los propios entendidos. 

Esta revelación tuvo lugar hace un par de semanas, cuando se celebró en la National Gallery de Londres, coincidiendo con la gran exposición que le ha dedicado este museo a Leonardo, un simposio internacional, al que acudió, por parte del Museo del Prado, Ana González Mozo, del departamento técnico del museo. 

Fue en este simposio donde González Mozo dio la primicia ante los especialistas. Explicó que durante la limpieza y restauración de esta copia de La Gioconda —principiada hace dos años con motivo de la petición del Museo del Louvre para una exposición—, fueron apareciendo, bajo el fondo negro del cuadro, colores, formas y paisajes desconocido hasta entonces. Al mismo tiempo se informó del estudio técnico de la obra. Un datos significativo es que el cuadro no está pintado sobre roble, como se creía -de ahí que la pintura se se atribuyera a la Escuela Flamenca-, sino sobre nogal, utilizado por los artistas italianos del Renacimiento. 

La gran sorpresa llegó con el dibujo subyacente de la pintura. Al compararlo con el que hay bajo la obra original de Leonardo Da Vinci comprobaron que, además de ser ambos muy similares, tiene los mismos cambios o arrepentimientos. Ello quiere decir solo una cosa: que quien hizo la copia debía estar en el mismo taller que Leonardo viendo cómo éste la ejecutaba y copiándola simultáneamente en el mismo lugar, incluso los cambios, por cuanto en aquella época no había otro modo de conocer el dibujo subyacente de una pintura. 

Alessandro Vezzozi, presidente del Museo Ideal de Vinci, aseguró entusiasmado que: «Es una historia apasionante, fascinante. Es un acontecimiento muy importante, extraordinario, la revelación que ha hecho el Museo del Prado al mostrarnos una Mona Lisa pintada contemporáneamente al cuadro de Leonardo». Este profesor está convencido de que el autor de la copia del Prado, que él considera «una obra de altísima calidad», es un discípulo español del maestro, y descarta los nombres de los dos alumnos de Leonardo señalados como probables ejecutores: Melzi o Salaino. 

Por otro lado, el profesor Pietro Marani, considerado el mayor experto en Leonardo, presente igualmente en el simposio de Londres, está a la espera -como Vezzozi- de la publicación de la reflectografía infrarroja de la copia del Prado, que ilustrara acerca de ciertas particularidades escondidas bajo la capa pictórica. Pero uno y otro experto consideran un acontecimiento extraordinario, de primera magnitud, el hecho de que por primera vez una copia de la Gioconda presente un paisaje idéntico al original del Louvre, el paisaje del río Adda. 

La prensa tanto nacional como extranjera se han hecho amplio eco de la noticia. El Corriere della Sera , dice que la copia del Prado presenta un paisaje idéntico al original del Louvre. En igual sentido se manifiestan La Stampa y la Republica, informa Ángel Gómez Fuentes. 

En Gran Bretaña, Mark Brown, de The Guardian destaca que ·en términos de historia del arte , el hallazgo es extraordinario”. En igual sentido se expresan el Dailey Telegraph y The Times, que destaca las cualidades de la Gioconda del Prado frente a su hermana mayor parisina, escribe Borja Bergareche. 

En EUA, Los Ángeles Times, asegura que “los comisarios españoles han descubierto el secreto que Mona Lisa guardaba tras sus enigmática sonrisa : una hermana gemela perdida”. Por su parte, The New York Times asegura que la obra del prado no es la Mona Lisa, pero puede verse como una hermana que después de 500 años “es presentada en sociedad”. Según la CNN, la obra ofrece una “tentadora pista sobre la verdadera apariencia de la modelo de la obra más famosa del mundo”, informa María Picatoste.

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