Protesta contra guerra Irak“La narrativa de la guerra de Irak tiene un prólogo y un epílogo cuyas lecciones son tan valiosos para EUA como las que se derivan de lo que tuvo lugar en medio de ella”, escribe Juliette Kayyem en The Boston Globe.

Kayyen cuestiona abiertamente a quienes dicen que la entrada de EUA a Irak gozó de un consenso amplio.

Dice que los defensores de la guerra han logrado reescribir exitosamente la historia para ignorar el hecho de que muchos académicos, periodistas y especialistas en defensa habían instando al presidente Bush a no sucumbir ante la locura.

Los defensores de la guerra simplemente ignoraron informes como los que produjo la ahora extinta cadena de periódicos Knight-Ridder – que desafiaron los supuestos que la administración y sus aliados de periodistas más poderosos, estaban pregonando en aquél momento. Esos mismos autores se burlaron de antiguos funcionarios del gobierno, entre ellos el ex asesor de seguridad nacional Brent Scowcroft, quien instó a Bush a no atacar a Saddam Hussein. Despidieron a los generales que advirtieron sobre los peligros de la ocupación prolongada. Y todos esos manifestantes civiles fueron acusados ​​de ser ingenuos, Neville Chamberlain modernos.

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