El ahinco con que el presidente francés Nicolas Sarkozy ha encabezado los esfuerzos por llevar a cabo intervención de la coalición en Libia puede causar dolores de cabeza en Washington a medida que se vaya definiendo que Francia y EUA persiguen diferentes objetivos en esa nación norteafricana, dice Ben Smith en Politico.

En un artículo titulado, “La guerra de Nicolás Sarkozy” dice que mientras que Washington trata de minimizar en la medida que pueda su participación en la campaña, Sarkozy tiene mucho que ganar si resulta exitosa. “Los esfuerzos estadounidenses por limitar y definir claramente el esfuerzo de frenar en seco a Gaddafi y — como esperan los líderes– finalizar su gobierno depende las decisiones que tome el impulsivo Sarkozy, para quien Libia es tanto una crisis en su patio trasero como una oportunidad política, en la opinión de analistas”.

El papel de Francia, dice, sigue los patrones tradicionales gaullistas de independencia, al llevar a cabo la operación a través de una alianza y no a través de la OTAN, “incomodando a algunos europeos, pero ayudando a EUA a mantener un perfil bajo”.

Pero ello puede cambiar, advierte. Para Sarkozy presenta una oportunidad de recuperarse de una serie de reveces políticos que han erosionado el punto alto de su presidencia en el escenario internacional, dice, como el 2008 cuando negoció el alto al fuego entre Rusia y Georgia. Las revoluciones en el mundo árabe lo tomaron desprevenido, incluso viéndole obligado a despedir su Canciller por su estrecha relación con el antiguo dictator tunicino.

En casa, las encuestas le dan el punto más bajo de cualquier presidente francés en tiempo reciente, cayendo al 31 por ciento. En las elecciones locales esta semana, le fue muy mal a su partido, que obtuvo solo 17 puestos a través del país. Y su propia reelección en mayo no está asegurada.

“Francia no tiene dos guerras en sus manos como Obama”, dice Justin Vaisse analista político de Brookings Institue. “Estoy seguro de que Sarkozy está dispuesto a escalar, si es necesario, y ello puede generar argumentos muy acalorados entre los franceses y los estadounidenses”.

Artículo en inglés